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EQUIPO MULTIDSCIPLINAR "QUIERO MI BARRIO" POBLACIÓN SANTA ADRIANA


ENTREVISTA N_1:

David Herrera Chacana, arquitecto, equipo PQMB, Población Santa Adriana
"El PQMB ha generado una gran cohesión social"

10/12/08 - Lugar: Población Santa Adriana.

Su interés en ayudar a los demás llevó a David Herrera, arquitecto urbanista, y parte del equipo del Programa Quiero mi Barrio (PQMB) de la Población Santa Adriana, a sumergirse en la arquitectura comunitaria. Dice sentirse contento por el desafío y por el gran interés que han mostrado los vecinos, especialmente las mujeres. Sólo lamenta la escasa participación de los jóvenes.

Metapoli: ¿Cómo ha sido el tema de la participación ciudadana?

DH: Todavía es un escenario complicado. Yo creo que hay razones históricas, acá la cohesion social fue aniquiliada. Por ejemplo, tenemos organizaciones que participan, pero son muy pequeñas, o sea, de cinco personas, y una organización para que se pueda constituir como tal necesita de quince. Entonces creo que la poca participación de la comunidad viene de la idiosincrasia propia de nuestro país.

Metapoli: ¿Existe participación de los jóvenes?

DH: No como quisiéramos. Sólo el ocho por ciento del electorado entre 18 y 29 años está inscrito en los registros electorales, y eso nosotros también lo vemos en las reuniones, donde prácticamente todos son adultos mayores, especialmente mujeres, y esto se refiere a la historia de Santa Adriana, al tema de la olla común…

Metapoli: ¿Existe un perfil del participante?

DH: Sí, o sea, personas de menos de 30 años derechamente no participan. Que lleguen espontáneamente porque les interesa, no se da. Cuando elegimos el Consejo Vecinal de Desarrollo (CVD), que es esta organización que se genera para que sea la contraparte de los equipos técnicos, ellos eligieron sus representantes en los cuatro sectores de la población (ver infografía), tres representantes de cada territorio, 12 vecinos, y de los doce vecinos, ningún joven. Nosotros les pedimos que incorporaran jóvenes, pero luego de insistir por meses, no llegaron.

Metapoli: ¿Qué han hecho para revertir este índice?

DH: Para sanar esta falta de participación juvenil, le encargamos a la consultora social del Observatorio Urbano de la Universidad Alberto Hurtado, constituir un Colectivo Juvenil, que decantó en la "Mesa de Agrupaciones Culturales", y en esa mesa tampoco hubo jóvenes, o sea, uno de los jóvenes más antiguos es Patricio Contreras, de Fuerzas Urbanas, que es un colectivo que hace música punk, pero él tiene 29 años. Entonces jóvenes propiamente tal no encontrarán participando en este programa.

Metapoli: ¿Y cómo ha sido para ti trabajar con distintos grupos de personas?

DH: En mi caso tenía algo de experiencia en el manejo de grupos, por el hecho de hacer docencia y hablar delante de 30 ó 40 alumnos. Eso te hace tener un tono de voz y una forma de conducir grupos, pero está claro que hay técnicas que uno no domina, por ejemplo, la resolución de conflictos. El cómo manejas una reunión cuando vez que hay dos vecinos peleándose, o insultándome.

Gestión arquitectónica

Metapoli: ¿Qué importancia le otorgas al tema de la gestión en un proyecto?

DH: Bueno, la gestión es la médula de esta labor, la gestión de proyectos urbanos, y en ese sentido nos hemos dado cuenta que la naturaleza del quehacer profesional en este programa no tiene que ver tanto con el diseño arquitectónico.

Metapoli: Y ¿cómo ves tú el tema de la gestión?

DH: Bueno, yo defino gestión como toda aquella actividad que tú realizas para llegar a un objetivo. Entonces, el proyecto de arquitectura es la primera piedra. Nosotros, con Gerson (Arquitecto, Equipo Santa Adriana, PQMB), hemos llamado al proyecto de arquitectura como una "herramienta de negociación".

La experiencia del Programa de Recuperación de Barrios es la de un arquitecto que no proyecta, sino que más bien dirige, conduce, orienta, e interrelaciona. Tú te conviertes en un agente de desarrollo local. Esa palabra es muy bonita, que tú te conviertas en un agente y no en un gerente, porque esto no es una empresa, pero si en un agente que gestiona desarrollo local, y ese desarrollo local tiene que ver fundamentalmente, con la gestión comunitaria.

Metapoli: ¿Se podría decir que el tema de la gestión es una deuda de las universidades?

DH: Yo creo que eso tiene que ver con el perfil de cada escuela y con el interés de cada estudiante. A mí, por ejemplo, siempre me interesó el tema de la superación de la pobreza. Yo creo que por lo mismo también me vinculé con la docencia, con esto de transmitir experiencia o de ayudar, porque cuando uno es profesor lo que quiere es ayudar, y el tema comunitario al final me fue dado por la experiencia; primero trabajé en el municipio de Conchalí, después en el de Pudahuel, y vine a decantar acá, pero desde los 12 años que llevo como arquitecto, siempre he estado con la comunidad.

Metapoli: ¿Se encontraron con problemas?

DH: Sí, otra complejidad que tuvimos, y que también generó un efecto un poco indeseado, es que por ser funcionarios del Ministerio de Vivienda la comunidad pensaba que veníamos a implementar la política habitacional con todos sus programas, y aquí hay mucha demanda de los subsidios relacionados con la protección al patrimonio familiar. Además, hay que reconocer las debilidades del programa en cuanto a la base informática previa. Nosotros éramos casi unos absolutos ignorantes de la población Santa Adriana, entonces llegamos algo así como arrojados al barrio, entonces estábamos medios deslocalizados, con un plan comunicacional inexistente, y con escaso soporte operativo, administrativo, y además teníamos que comunicarle a la comunidad que nosotros veníamos a esto (a la recuperación del barrio), y no a lo otro (mejorar la vivienda). Pero por una parte fue positivo, porque empezamos a reconocer el territorio desde la experiencia.

Metapoli: ¿A tu juicio, cuál es el aporte de este programa?

DH: Todavía es muy pronto como para medirlo y evaluarlo, pero yo creo que lo que podría impactar es lo referido a la cohesión comunitaria, a la activación comunitaria. Por ejemplo, llevamos más de 170 reuniones concertadas con la comunidad, lo cual te habla de rearticulación comunitaria. Sea para lo que sea, cada cuatro días nos estamos juntando con la comunidad, y no solamente nosotros, sino que también las consultoras que están trabajando con nosotros. Entonces la dinámica social finalmente impacta en los proyectos.

Metapoli: ¿Se podría decir que lograron que la comunidad hiciese su propio proyecto?

DH: Sí. Para los que lo han visto y lo han comprendido, si. Ese es uno de los éxitos de este proyecto, porque tiene soporte. Tiene soporte en el SERVIU, tiene soporte en la municipalidad, tiene soporte en la comunidad, y tiene soporte con nosotros. Cuando empiezas a ver que tiene una "pata coja", algún detractor, o gente que no piensa igual, se cae el proyecto.

Metapoli: Se puede asegurar entonces que en el futuro este proyecto tiene un buen soporte

DH: Si. Por lo mismo este proyecto está en etapa de licitación, y es la punta de lanza nuestra: son $5.000.000.000 millones de pesos, eso equivale a alrededor de 15 barrios vulnerables.

Metapoli: Son el barrio con mayor inversión en la Región Metropolitana, ¿Qué te parece?

DH: Por un lado es beneficioso tal nivel de inversión, porque es algo que requiere Santa Adriana, pero que también genera cierto grado de distorsión en la comunidad, tanto dinero. Imagínate lo que significa gastarse esa plata y gastarla bien, en obras.

Metapoli: ¿Y qué es lo que más demandan?

DH: Fundamentalmente infraestructura urbana, es decir, el mal estado de las redes, llámese pavimento, calles, pasajes, e iluminación en alumbrado público, eso, desde el punto de vista de la infraestructura. Lo segundo que nos mencionan es que hay un deterioro o un abandono por falta de mantención del equipamiento, llámese multicanchas, plazas, o sedes comunitarias. Lo tercero es el deterioro ambiental, que se expresa fundamentalmente en la presencia de microbasurales.

Entonces fíjate. Está el tejido urbano, el equipamiento urbano y el deterioro ambiental, y este último está muy ligado al tema del conflicto, a lo conductual. Eso uno lo podría modificar con cierto traspaso de educación.

Polígonos

Metapoli: ¿Existe una metodología de cómo definieron los barrios, más que enmarcarlos como polígonos?

DH: Los polígonos venían previamente definidos. Recuerdo que cuando trabajaba en el municipio de Pudahuel, a la Claudia Campudónico (arquitecta, Asesora Urbana de la comuna), le llegó un requerimiento de la SEREMI Metropolitana, para que propusiera un par de barrios para ser incorporados en un programa de recuperación de barrios (PQMB). Esto fue en el invierno del 2006. Yo llegué al programa en octubre de ese año. Entonces vi cuando desde la SEREMI llegó la consulta. No sé si operaron de la misma manera en todos los demás barrios, pero si sé que fue el municipio quién definió los polígonos, en particular en Pudahuel. Yo creo que fue así en todo.

Metapoli: ¿Y para la Santa Adriana, cuál es el origen de la definición del polígono?

DH: En la Santa Adriana, hasta donde yo sé, no fue propuesta por el municipio. Santa Adriana es parte de la medida 30 del gobierno de la presidenta, que tiene una serie de medidas, creo que son algo así como 50, que van desde salud, educación, urbanismo…, Santa Adriana fue definida en el ministerio, por lo que me han dicho funcionarios municipales, no fue consultada en el municipio para ingresar al programa, por las complejidades que tiene. En algunos barrios fue el programa quien los definió, (que son los barrios emblemáticos), y en los otros fueron levantados por el municipio.

fuente imagen: Equipo PQMB Santa Adriana.

Metapoli: ¿Qué es lo que hacen finalmente en Santa Adriana?

DH: Contribuir a reparar el tejido social. La palabra reparar la hemos cambiado por rearticular, porque reparar supone algo que está en una condición conflictiva, o que puede ser una patología, una enfermedad. Hemos dicho rearticular el tejido social porque el tejido social sí tiene sus atributos, sus condiciones favorables.
Como lo interpretamos, porque esto es la recuperación del hábitat residencial. ¿Y qué entendemos por hábitat residencial?, el entorno inmediato y entorno de barrio. En el entorno inmediato nos referimos a las calles y pasajes; que es la escala de espacio semi privado y público; en el entorno inmediato entendemos que son las plazas, parques y equipamiento, y ahí también entendemos que hay escalas que son distintas; la calle puede ser semi privada y pública, las plazas y parques son espacios públicos propiamente tal, pero el equipamiento nosotros lo denominamos como espacio colectivo, que no es público, porque en rigor el que va para allá, el que va a una sede comunitaria va con el afán de colectivizarse, en cambio el espacio público tu lo puedes habitar, recorrer o usar en cualquier momento por que es público.

Metapoli: La información que ustedes han catastrado ¿Estará a disposición de otros programas que a futuro vengan a operar a este barrio, como salud, o educación por ejemplo?

DH: Lo que pasa es que hay una componente que no está trabajada, que es una línea de financiamiento que en el modelo inicial del programa se pensó así, que es el tema de la intersectorialidad, es decir, cómo otros servicios públicos vienen para acá. Nosotros nos hemos vinculado con algunos y la experiencia más exitosa son dos viajes que hicimos con SERNATUR, en el que llevamos de vacaciones a adultos mayores. Son impactos súper pequeños, en el primer viaje fueron 120 personas y el segundo creo que fueron 42. Pero eso generó cohesión entre los adultos mayores. Ahora ellos se hacen visitas y se acompañan. Entonces ahí esta el tema de la red; esto que hablamos de revalorizar la trama, y rearticular el tejido… trama - tejido - red.
Nosotros creemos que estamos construyendo una red incipiente de vecinos que están colaborando con nosotros, y cuando nos vallamos, ellos se van a conocer, se van a ayudar, van a tener un trabajo colaborativo y asociativo.

Metapoli: ¿O sea, se podrían establecer redes con programas de otros ámbitos?

DH: Seguro. Nosotros algo de eso hemos hecho con algunas capacitaciones del SENAME y SERNATUR; tenemos una campaña de vacunación con la SEREMI de salud, hay un trabajo con Chiledeportes. Por ejemplo, la CONASET (Comisión Nacional de Seguridad de Tránsito), nos orientó en el tema de reductores de velocidad en el proyecto de mejoramiento del espacio público, donde diseñamos algunos pavimentos y los texturamos para que se reduzca la velocidad. O sea, hemos tenido algunas experiencias. En el fondo, lo que nosotros estamos haciendo es levantar una línea de base en términos de información y datos. Y que debiera estar al servicio de otros servicios públicos.
A nosotros, como programa se nos está pidiendo que definamos una agenda futura, es decir, definir que es lo que viene para la Santa Adriana.
Yo creo que lo que viene es el "trabajo intersectorial", y si no está conducido por el Ministerio de Vivienda, en mi opinión, tiene serias posibilidades de ir al fracaso. Por que los que levantamos la base, quienes constituimos el vínculo con la comunidad somos nosotros. Quienes levantamos la demanda fuimos nosotros, entonces creo que la intersectorialidad tiene que estar conducida y dirigida por nosotros, pero con uno o dos servicios. No puedes traer toda la oferta pública para acá por que se saturaría, y no hay efecto sistémico.


David Herrera Chacana
Arquitecto ULR
Equipo barrio Santa Adriana, PQMB.

ENTREVISTA N_2:

Gerson Mac Lean, Arquito Urbanista. Equipo población Santa Adriana, PQMB.
"Santa Adriana representa lo que es nuestra sociedad en los últimos 50 años"

15/12/08 - Lugar: Población Santa Adriana.

El arquitecto Gerson Mac Lean, miembro del Programa Quiero Mi Barrio (PQMB), de la población Santa Adriana, tiene literalmente la camiseta puesta. No se trata de un amor casual. Desde que el profesional está a cargo del programa ha tenido que aprender a vivir y convivir con lo que es el sector, con sus virtudes y defectos. Sabe que es un lugar complicado, estigmatizado, pero al mismo tiempo sabe que es un lugar rico en historia, con gente de esfuerzo y de lucha, que se supo poner de pie y resistir en los momentos difíciles de la historia reciente.
Es en este escenario que Mac Lean entrega su visión de lo que ha sido su trabajo en la población Santa Adriana, junto con enjuiciar la calidad de los arquitectos que egresan actualmente de las universidades.

¿Qué te parece la mirada barrial desde el Estado, pensando en que lo que predominado hasta ahora son las intervenciones referidas a vivienda?

- Yo creo que es muy importante que el Ministerio de Vivienda y Urbanismo asuma su segundo apellido, porque tenemos que tratar de mejorar la ciudad desde su escala menor, que es el barrio. Ojalá esto fuera permanente, y se fuera remodelando barrio por barrio, más bien, generando impacto en las conductas, y con esto, generar integración entre un territorio y otro. Para eso se necesitan profesionales que lleguen a los barrios, para que cuando los habitantes de los barrios pidan multicanchas, sedes comunitarias, pavimentación de pasajes, uno, con mirada técnica, profesional, no construya las obras por las obras, sino que lo haga dentro de un proyecto urbano integral, para que no sólo mejores la cancha, la sede o el pasaje, sino el barrio en general.

¿Sientes que este barrio es uno de los más emblemáticos del programa?

- Para mi este barrio es más emblemático que Villa Portales. Por ejemplo, este último es un modelo arquitectónico nacido en Europa, que cobijó en su momento a una clase social que era casi burguesa. Una clase media acomodada, con empleo estable, etc., entonces, Villa Portales es emblemática porque representa un lenguaje arquitectónico, pero para mi representa el fracaso del Movimiento Moderno en una sociedad como la chilena.
Por el contrario, me parece emblemática Santa Adriana, porque representa los últimos 50 años de nuestra historia como sociedad. Representa la organización popular en los años 50 y 60, fue una de las tomas de terreno más emblemáticas de los sesentas. Después representó la represión por parte de la dictadura, con casos de detenidos desaparecidos entre sus habitantes, militares en la calle lanzando metrallazos a quien pasara, "sapeos" entre vecinos. Después, la lucha contra la dictadura: "cacerolazos", gente combatiente, la presencia del FPMR y el MIR y, por último, narcotráfico, violencia, vulnerabilidad social y económica, embarazos adolescentes etc.
Santa Adriana representa lo que es Chile. Le guste o no a la gente. Entonces, ¿cómo no me va a parecer emblemático?, si representa lo que es nuestra sociedad en los últimos 50 años.

Intervención urbana

¿Qué se debe hacer para tener una correcta intervención urbana de un barrio?

- Sería óptimo hacer un perfil demográfico del territorio. Ver dónde está la población más vulnerable, dónde se concentra la mayor cantidad de adultos mayores, dónde se concentra la mayor cantidad de niños, qué casas tienen internet, qué casas tienen automóvil, dónde vive la gente que trabaja en comercio, como obrero…, o sea, puedes tener 100 datos, y los 100 datos los puedes representar territorialmente. Ese tema me parece que acá se esta trabajando precariamente, muy poco riguroso.

Dada tu experiencia, ¿encuentras que se está trabajando en la forma correcta?

- Encuentro que está lleno de "funcionarios", o sea, un programa que trabaja en la recuperación de barrios está llevado por profesionales de las ciencias sociales, lo cual me es un poco contradictorio, porque se piensa que los arquitectos no son capaces de visualizar un territorio desde el punto de vista social. No lo sé, no sé por qué se piensa eso. Probablemente porque aún no hay un gran contingente de arquitectos que sí lo pueda hacer.

¿De quién es la responsabilidad?

- Yo creo que de los mismos arquitectos (no me voy a incluir), porque no se han hecho responsables de la ciudad. Se han hecho responsables de llenar la ciudad, pero no de la calidad de vida que se pueda dar en ella. Es contradictorio, porque el primer mandato de los arquitectos, como lo dijo Don Fernando Castillo Velasco, señala que "la arquitectura es velar por la felicidad de las personas", y la felicidad de las personas está determinada por la calidad de vida que tú le puedes dar en su entorno. ¿De quién es la responsabilidad?. Yo creo que no es de los asistentes sociales, no es de los sociólogos, es de los arquitectos, y es una responsabilidad que se ha dejado de lado, y el Colegio de Arquitectos ha hecho poco y nada para que los arquitectos asuman esa responsabilidad. Entonces es un tema de responsabilidades no asumida.

¿El costo de esta responsabilidad no asumida la tiene que asumir el Estado?

- Casi siempre la asume el Estado. Por ejemplo, el Programa Quiero mi Barrio es parte de los costos que ha asumido el Estado desde una mala política habitacional de 20 años. A la larga tiene que asumir costos por malas formas de ejecutar las cosas. El tema habitacional, desde el año 1979, cuando se promulga una Política de Desarrollo Urbano de corte neoliberal, determina al suelo como un producto de mercado, y se elimina el límite urbano, hace que Santiago se expanda por todas partes, pero lo lamentable es que desde el Estado se comienza a llevar población pobre, vulnerable, a estas zonas periféricas, sobretodo a las de la zona sur. Entonces, después es el mismo Estado el que tiene que asumir los costos de estas acciones, como la masificación de la delincuencia y la violencia urbana.

Se trata de un tema que va más allá del dinero, sino más bien de una buena gestión…

- Sí. Una de las cosas que sería bueno dejar instaladas es que se trata de un tema que no pasa sólo por una cuestión de recurso económico, sino también por una buena gestión y creatividad. Eso es compromiso, convicción. Nosotros hemos trabajado con convicción. Cuando planteamos las cosas no lo hacemos con dudas o temor, sino con la seguridad que estamos pensando en lo mejor. Entonces, cuando se invierte una gran cantidad de dinero en los espacios colectivos, ojalá éste sea bien invertido y genere impacto en el comportamiento de los que habitan dichos espacios.

¿Eso es más complicado cuando se trata de una intervención social?

- Sí, porque todo depende de cuánto se amplíen las redes con las que estamos trabajando. Nosotros no trabajamos con la población, sino con actores claves, con organizaciones claves. Esperamos que esas organizaciones tengan un efecto dentro de sus redes, pero eso va a depender mucho de cuánto prenda esto, de qué tan extensiva pueda ser la red. Todo el trabajo se va a la basura si a una niña le disparan en la calle…, cuando alguien es baleado, y muere, lo que viene es la vendetta, el enfrentamiento entre bandas, la venganza, es un tema delicado. Si va a haber algún cambio, yo me conformo que por lo menos sea a nivel institucional, en el Ministerio de Vivienda y Urbanismo.

¿Crees que el CVD podrá seguir una vez que el programa se retire?

- El Concejo Vecinal de Desarrollo (CVD) se comenzó a juntar de manera independiente, por iniciativa propia, sin nosotros. Yo creo que ahí hay un gran avance, como es hacer responsable a un grupo de personas por temas objetivos. Por ejemplo, ellos redactaron una carta pidiendo que los recursos destinados para el Centro Comunitario Multipropósito, que es un equipamiento todavía un poco abstracto, le sacáramos un porcentaje de su inversión comprometida y se lo distribuyéramos a la inversión de las cuatro sedes comunitarias.
Otro ejemplo. Balearon a una niña y el martes el CVD redactó una carta dirigida a la Presidenta, pidiendo que la intervención del Quiero mi Barrio vaya más allá del Programa, es decir, que halla intervención social. Entonces, lo que hacen ahí, es asumirse como actores, como figuras.

¿A partir de la base catastral del programa podría servir para que otros programas operen en el barrio?

- Es lo ideal, de hecho, desde que llegué a trabajar en el Programa que se habla de un Plan Integral de Recuperación de Barrios. Integral está referido a cómo integras diversos programas o servicios que puedan llegar a un territorio.

¿Existe algún referente de acciones interdisciplinarias?

- En España se habla de la Zona de Intervención Concertada. En Francia lo tienen hace rato como ZAC. El tema concertado acá está más marcado en política por la Concertación, pero concertado es una palabra muy poderosa, muy bonita, porque está referido a que nos sentamos todos en una mesa en virtud de un proyecto común. Eso es concertarse. Es armar un equipo y que cada integrante tenga un rol asignado. Uno se encargará de coordinarlos a todos.

¿Cómo surgió el proyecto de Mejoramiento del Espacio Público en el barrio?

- En la actualidad, el proyecto plantea estimular la permanencia en el espacio público de manera de generar mayor encuentro vecinal. Sin embargo, este proyecto empezó por una petición puntual. La gente se quejaba del exceso de velocidad de los autos en los pasajes, por lo que pedían lomos de toros. Entonces ahí entra el criterio profesional. El lomo de toro es una solución mala, fea, poco estética, y que genera aposamiento de agua. Nosotros decíamos que había que generar un espacio público, de tal manera que los automóviles redujeran la velocidad en ciertos puntos. El cuento es que encargamos el proyecto a la Comisión Nacional de Seguridad del Tránsito (CONASET), que son ingenieros, y nos sugirieron chicanas, cojines, lomos de toro: soluciones que no pudimos implementar, pero sí nos entregaron criterios de diseños.

¿Cómo cuáles?

- Por ejemplo, hay un actor, la CONASET, que nos entrega criterios de diseño en los cruces peatonales. Aparece un segundo actor, el director de pavimentación de SERVIU que nos entrega la visión "ingenieril", la del pavimento. Luego aparece un tercer actor, Asesoría Urbana de Providencia, debido a que para nosotros resultaba ser un modelo de espacio público a replicar: veredas continuas, esquinas paisajísticas, cruces seguros, etc.… seguido a esto, se involucra un cuarto actor, que el Departamento de Tránsito de la Municipalidad de Lo Espejo, quienes validan la propuesta a partir del conocimiento del territorio.

¿Qué conclusión sacas de todo esto?

- Que para lograr concertar a todos los actores que necesitas para llevar a cabo un proyecto, debes transmitir las ideas de manera clara y con mucha convicción de que los resultados serán los necesarios. Debes exponer tu propuesta de la manera más atractiva y convincente, y utilizando lenguaje simple pero con riqueza.

¿Cuáles fueron los siguientes pasos del proyecto?

- Pasado un tiempo, y luego de hacer la entrega definitiva a SERVIU, el proyecto se envía a Contraloría, después de aprobarlo en Mesa Técnica Regional y Nacional. Acá aparecen los que tienen que validar la inversión, dado que se trata de un proyecto de $5.000.000.

¿Cuáles son los proyectos clave que ustedes esperan dejar acá?

- Yo creo que el espacio público, porque los equipamientos deportivos y las sedes comunitarias es un tema políticamente correcto: hay que hacerlo, porque si uno habla de rearticular la organización comunitaria es obvio que tienes que recurrir a esos equipamientos. Pero con respecto al espacio público hay una cuestión de comportamiento y de concepción que tienen las personas en general sobre su entorno, porque lamentablemente, por una cuestión que va más allá de la marginalidad o la vulnerabilidad, los espacios públicos actuales no son necesariamente los mismos que demanda la gente. Lamentablemente el espacio público de ahora es el supermercado, el mall, o el cine…, bueno, y eso está medido acá en Santa Adriana.
Creo que debemos hacer acá es más bien "pedagogía del hábitat", generar conciencia de lo que te rodea, de tu entorno y cuando tú te haces conciente de que tu entorno es parte de tu hábitat, lo cuidas más. Es un trabajo de muy largo plazo, y se debe juntar a mucha gente.

"Las escuelas de arquitectura están más preocupadas
de captar clientes que de formar buenos arquitectos"

Con un discurso crítico respecto a lo que es la formación de los arquitectos, Gerson Mac Lean desmenuza por qué piensa que los nuevos arquitectos no salen bien preparados de la universidad.

¿Cuál es tu impresión de las escuelas de arquitectura en Chile?

- Creo que hay poco espacio para la reflexión urbana. El tema se está quedando mucho en la investigación de centros de pensamiento, incluso en sociología se está hablando más de urbanismo que en la propia arquitectura.

¿Qué se le puede decir al estudiante?

- Creo que un estudiante de arquitectura, si no sabe hacer un grafico, al menos debería saber interpretarlo. Que sepa leer datos estadísticos que ayuden a establecer un diagnóstico, y que el diagnóstico no sea eternamente la observación, que es en lo que se queda el arquitecto, en la observación, la poética, el lugar; el arquitecto volado, con el lápiz, croquiándolo todo, bonito, pero para intervenir la ciudad el croquis es malo. Tú tienes que trabajar con datos duros, estadísticos, aparte tienes que manejar dinero, y el dinero no es para votarlo, hay que invertirlo en lo más efectivo. Entonces tienes que priorizar con criterio, y el criterio de priorización no es el espacio, no es la poética, es el dato duro.

¿Cuál es tu visión de los egresados de arquitectura, visto desde tu experiencia en el programa?

- Yo he percibido, hasta el día de hoy, que no hay suficiente gente que esté llamada, o capacitada, para ser parte de esto, porque la idea no es que luego de seis años de estudio tengan que hacer un magíster de dos años en urbanismo, en hábitat residencial o en lo que sea, sino que ojalá ya lleguen con una visión urbana. Que sean capaces de leer lo que quiere la gente, leer el territorio desde distintas dimensiones, y no tener que enseñarles en el camino. Que sepan lo qué es una institución pública, lo que hace el SERVIU, una SEREMI…

¿Durante tu etapa universitaria hubo profesores que te marcaran?

- Sí, hubo dos. Un profesor que venía arribando desde Madrid, que traía muchas ideas nuevas, y con muchas cosas en temas de urbanismo, por lo que al taller le daba un enfoque totalmente urbano. Me dejó muy instalado que la arquitectura no era sólo el diseño de edificios, no era sólo la vivienda, sino que también era el edificio inserto en su contexto.
¿Y el otro? - El otro, lo que hizo fue aterrizarnos, hacernos entender que nosotros debíamos ser arquitectos para la gente, y sobre todo, me abrió un campo que es la arquitectura pública. Se dedicaba mucho a los concursos públicos: construir colegios, consultorios, licitaciones en general. En esta línea participamos en un concurso organizado por el Colegio de Arquitectos, en conjunto con el MINEDUC, llamado "Nuevos Espacios para la Reforma Educacional", en el que me gané uno de los premios, que era un viaje a Europa, lo que me cambió totalmente la óptica. Eso fue un punto de inflexión en mí. Yo, de estudiar arquitectura para el objeto, para la casa…, entendí finalmente que el tema era el urbanismo.

¿Cuál fue el principal descubrimiento en tu viaje por Europa?

- Ya titulado me fui a estudiar urbanismo a Bélgica, y ahí me encontré con que la formación es más bien referida al cómo generar urbanismo a través del trabajo interdisciplinario con distintos actores. Como te vinculas con los geógrafos, con los sociólogos, con los actores políticos, con la gente, y el vincularse con la gente necesariamente era con participación ciudadana.

¿Cuál fue tu impresión al regreso a Chile?

- Estuve dos años y a la vuelta me sorprendí, porque el tema urbano, que antes no era tema, ahora sí lo era, porque cuando me fui, (2002) el ex presidente Ricardo Lagos comenzó a extender el metro, a concesionar las autopistas, partió las obras Bicentenario…, y con esto el tema urbano se instaló desde la patología que generaba la infraestructura de transporte.


Gerson Maclean
Arquitecto Magíster en Urbanismo y desarrollo territorial Universidad Católica de Lovaina.
Equipo barrio Santa Adriana, PQMB.

ARTÍCULO:

Plan de gestión social para la población Santa Adriana.

La Población Santa Adriana es uno de los 86 Barrio de la Región Metropolitana de un total de 200 a nivel nacional, incorporados en el Programa "Quiero mi Barrio". El Programa en Santa Adriana, inicia su implementación en el mes de Septiembre de 2006, a partir de los primeros contactos entre el Equipo y la Comunidad.

La primera acción planificada con la comunidad, es la realización de un diagnóstico participativo, donde se convoca a los vecinos/as de todos los sectores a hacer un ejercicio orientado al reconocimiento de los principales problemas, necesidades y fortalezas existentes en Santa Adriana.

A partir de estos resultados y su posterior interpretación por parte del Equipo (diagnóstico compartido), se gesta un Proyecto Integral de Recuperación de Barrio, compuesto por un Plan de Gestión de Obras y un Plan de Gestión Social. Este último se considera fundamental para dar sentido y sustentabilidad a las mejoras físicas que se desarrollen en el Barrio.

El Plan de Gestión Social diseñado para Santa Adriana, se orienta a dar respuesta a determinados problemas de carácter social, pero relevando para este proceso las fortalezas, recursos y potencialidades de la Población. Para este fin se ha planteado el objetivo de Promover la Rearticulación del Tejido Social, entendiendo por ello, intencionar que los vínculos de los vecinos/as y de las organizaciones de los distintos sectores de la Población se fortalezcan y articulen, se configuren en una red comunitaria en pro de la recuperación de la Población.Es así como se han definido 4 ámbitos de intervención:

1. Participación y Fortalecimiento Organizacional.
Cuyo objetivo es:
Promover procesos de aprendizaje tendientes a la activación y autogestión de las organizaciones sociales de la Población, en el marco de la recuperación del barrio.Este Plan está orientado a Fortalecer la gestión del Consejo Vecinal de Desarrollo, organización que se constituye con la llegada del Programa, para representar y canalizar la opinión de los vecinos/as en el proceso. Se propone el desarrollo de capacitaciones que permitan consolidar su dinámica, potenciar su autogestión y fortalecer su liderazgo comunitario en el proceso de recuperación de la Población.
A su vez, se concibe un Plan orientado a capacitar a las diferentes organizaciones de la Población en temas de interés que les permitan mejorar su gestión.

2. Bienestar Comunitario.
Orientado a:
Contribuir al fortalecimiento de factores protectores y al debilitamiento de factores de riesgo presentes en la Población. Este plan presenta dos líneas de intervención. Una de ellas focalizada en algunos establecimientos educacionales de la Población, centrando su objetivo en la prevención de determinadas problemáticas que exponen a los niños/as de manera más evidente y cotidiana. Para esto se desarrollarán talleres para niños/as, padres y apoderados y profesores, con el fin de contribuir al buen trato escolar, mejorar la calidad de la comunicación al interior de las familias y dotar de mayores herramientas de prevención a padres y apoderados.A su vez, este plan considera la realización de acciones recreativas durante los períodos de vacaciones, las que serán definidas, planificadas y ejecutadas de manera coordinada con organizaciones que trabajen con niños/as y con organizaciones deportivas de Santa Adriana.

3. Espacio Público y Medioambiente.
Promover el uso y cuidado del espacio público y el medioambiente por parte de los vecinos/as de Santa Adriana.Este plan centrará sus acciones en el desarrollo de campañas y talleres que promuevan prácticas de cuidado de los espacios públicos y del medioambiente.

4. Identidad y Cultura.
Reconocer y consolidar las Identidades locales y su expresión en los espacios colectivos de la Población.El propósito de este ámbito se relaciona con la revitalización de los espacios públicos de la Población a través de acciones culturales, que permitan darle nuevos usos a éstos y que promuevan el encuentro comunitario. .....
Este plan se está implementando desde Diciembre del 2007 y ha centrado su quehacer en el trabajo conjunto con las organizaciones culturales de la Población, con quienes se han diseñado e implementado acciones culturales en los espacios públicos de la Población. A su vez, contempla un trabajo de recuperación de la memoria histórica de Santa Adriana, parte importante del patrimonio cultural del barrio.La implementación de este ámbito está a cargo del Observatorio Social de la Universidad Alberto Hurtado.


Marcela Zuleta Pastor
Psicóloga Universidad Diego Portales.
Equipo barrio Santa Adriana, PQMB.

Daniela Denti Castañon
Licenciada en Trabajo Social, Facultad de Derecho y Ciencias Sociales Universidad Nacional de Córdoba.
Equipo barrio Santa Adriana, PQMB.

ENTREVISTA N_3:

Entrevista a Carlos Estévez , Seremi de Vivienda y Urbanismo.
"Ha demorado muchísimo en partir el proyecto de la población Santa Adriana"

Decepcionado por el lento avance en los trabajos de la población Santa Adriana dijo sentirse el Seremi de Vivienda y Urbanismo Carlos Estévez , quien espera que este año este indicador cambie. El profesional agregó que los vecinos juegan un importante rol a la hora de exigir sus derechos, por lo que los instó a tener una visión crítica y constructiva de las obras.

Metapoli: ¿Cuál es su opinión de los avances en la población Santa Adriana y en lo que respecta al PGS (Plan de Gestión Social)?

CE: Soy Seremi desde marzo de 2008, o sea, estoy cerca de cumplir un año, y lo único que te puedo decir es que lo que veo es que se ha demorado muchísimo en partir algo que hubiésemos querido que partiera antes.

Metapoli: ¿Qué porcentaje de adelantos ve?

CE: Si uno lo ve desde la perspectiva del porcentaje de las obras, de lo que está en el contrato de barrio, es un 9 por ciento. Mi propósito es que este año termine con un 60 por ciento (el contrato), y que en el eje de la intervención este año se puedan ejecutar $4.000.000 aquí, en obras.

Metapoli: ¿Cuál es el rol de los ciudadanos en esta tarea?

CE: Es clave, para que no ocurra acá lo que pasó con la plaza del adulto mayor. Dos cosas son clave: que los vecinos quieran lo que se está haciendo, porque muchos tienen un doble discurso, es decir, quiero, pero al mismo tiempo tengo un discurso agresivo, entonces dicen me van a construir esto, pero después dicen, "ahh, se va a derrumbar".

Metapoli: ¿Que consejo se les puede dar?

CE: A mi me cuesta entenderlo, entonces uno tiene que decir no, lo que usted tiene que hacer, si tiene ese temor, es pedir y exigir una reunión con el arquitecto, con el Serviu, pídala mediante el CVD, y que le expliquen cuáles son las bases estructurales de la obra. Por ejemplo, el sector D, sobre la sede, quizás hace falta socializar y difundir, pero que los vecinos se atrevan a preguntar directamente en vez de reclamar, "este es mi temor: ayúdenme a que yo no tenga este temor".

Metapoli: ¿Se pueden lograr esos cambios en tan poco tiempo?

CE: Es muy difícil lograr un cambio cultural en un año, porque finalmente lo que está detrás de esto es que los vecinos se pongan de acuerdo en lo que quieren, y que participen en el diseño. La tendencia de una consultora, de una empresa, es recoger lo que dicen y hacerlo a su modo, pero por otra parte los vecinos no son diseñadores ni arquitectos.

Metapoli: ¿Cuán importante es la participación en este proceso?

CE: La participación tiene que ayudar, pero es difícil para los que nunca han sabido trabajar con participación, no todos participan (eso estoy tratando de decir), entonces, hay empresas o nosotros mismo, que decimos sí, participación, pero hasta ahí no más. Por otro lado hay personas que son súper paternalistas y dicen "ya pues, háganlo rápido, y no, háganlo como queremos".

Metapoli: ¿Cómo se trabajó con los adultos mayores?

CE: Primero se les hizo una plaza, pero esta no se hizo pensando en el adulto mayor, ese es un grave error, pero por otra parte, tampoco los vecinos han sabido cuidarla. Por eso nos interesa mucho que todas las obras que vamos a hacer, las hagamos paralelamente con el PGS, el CVD y los dirigentes, con la idea de que se capaciten para cuidar y mantener sus obras, porque son suyas.

Mario Herrera García.

Imagenes: Fotografías: Mario Herrera y Equipo "Quiero mi Barrio", Población Santa Adriana.

PROGRAMA "QUIERO MI BARRIO".


Barrio Las Viñitas, Unidad Vecinal Portales, Población Santa Adriana.

TRES ORÍGENES, TRES MIRADAS DE INTERVENCIÓN

Estrategias de Intervención Urbana en la Recuperación de Tres Barrios Críticos de Santiago.

Mónica Bustos Peñafiel. Arquitecta por la U. de Chile (1997), Doctora en Urbanismo y Ordenación Territorial por la Universidad Politécnica de Catalunya (2006) y actual coordinadora de los tres barrios críticos de la Región Metropolitana.




IMAGEN 1: Localización Barrios Críticos en el área Metropolitana de Santiago.
Fuente. Elaboración barrios críticos 2008

Implementado por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo como uno de los compromisos fundamentales del programa de Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet para su periodo 2006-2010, es que aparece el Programa de Recuperación de Barrios "Quiero mi Barrio" (PQmB), teniendo como objetivo principal la construcción de propuestas de desarrollo urbano que apunten a una recuperación integral de unidades territoriales con problemas de deterioro físico y vulnerabilidad social.

Focalizado en 200 barrios del país, en el caso específico de la región Metropolitana, el Programa se centra en un total de 86 barrios de los cuales 3 corresponden a los llamados "Críticos": La población Santa Adriana, la Unidad Vecinal Portales y el barrio Las Viñitas. Dicha diferenciación respecto a los otros 83 barrios llamados vulnerables, está dada, por una parte, por los altos montos de la inversión -con valores asignados entre los 7.000 mil y los 1.350 millones de pesos- para un Plan de Gestión de Obras y un promedio de 300 millones de pesos para abordar un Plan de Gestión Social. Otra de las razones que los diferencian, corresponde a aspectos como la gran extensión de sus superficies, con un mayor número de viviendas y población, lo que ha significado la implementación de un modelo de gestión de mayor complejidad. Sin embargo, condicionada por estas variables y otras que analizaremos a continuación, sin duda una de las principales diferencias radica en los altos niveles de complejidad habitacional, social o legal que presentan estos barrios como escenario para enfrentar una intervención de recuperación del espacio público.


Tres Orígenes, Tres Miradas de Intervención:

A partir de estas diferencias, en el marco del Programa de Recuperación de Barrios como programa de carácter piloto, a modo de aprendizaje resulta de alto interés realizar el análisis comparativo de los Barrios Críticos desde sus orígenes físicos y sociales, llegando a identificar los factores que hoy están determinando sus intervenciones (Imagen 1)

En este sentido, si bien los tres Barrios Críticos han sido abordados bajo la misma lógica de intervención definida por un modelo Integral de Recuperación de Barrios, el presente articulo quiere dar cuenta, cómo el origen de cada uno de éstos -ya sea, desde su morfología, estructura urbana o modelo Socio-Tipológico (1) bajo el cual fue construido, así como aspectos a nivel de la configuración socioeconómica y demográfica que hoy presentan- han determinado la necesidad de flexibilizar y singularizar el modelo intervención, el que ha debido ir adaptándose a la realidad y coyuntura de los mismos.

Centrados en el ámbito de la vivienda pública, de acuerdo a las principales políticas y programas de vivienda implementados que han caracterizado la historia habitacional de Santiago a lo largo del siglo XX, se puede distinguir la formación de diversos modelos Socio - Tipológicos en los cuales se han traducido dichas políticas.
De acuerdo a esta lógica, tanto la Población Santa Adriana como la Villa Portales -construidos entre 1954 y 1966-, aparecen bajo el modelo Socio Tipológico de las Arquitecturas Racionales (2). Bajo la necesidad de solucionar la problemática habitacional a través de la masificación de la vivienda, las nuevas tipologías ponen la mirada en las ideas del racionalismo, determinando el gran paso hacia el cambio morfológico de Santiago. A partir de ahora comienza la perdida de la manzana tradicional de 100 x 100 m., apareciendo un nuevo orden que plantea la ocupación de vacíos urbanos o áreas fronterizas con nuevas formas de agrupación que configurarán una nueva morfología de crecimiento urbano, caracterizando la primera periferia que desarrollará la ciudad.

IMAGEN 2: Foto Aérea Morfología y estructura urbana Unidad Vecinal Portales.
Fuente. Google Earth.


IMAGEN 3: Imagen modelo Socio-Tipológico Unidad Vecinal Portales.
Fuente. Archivo Equipo de barrio Villa Portales

En este nuevo escenario, sin duda alguna la Unidad Vecinal Portales aparece como uno de los símbolos más emblemáticos en la búsqueda de materializar las ideas del movimiento moderno. Construido entre los años 1954 -1966 por los arquitectos Bresciani, Valdés, Castillo Velasco y Huidobro, para la caja de empleados particulares EMPART, el conjunto aparece como un proyecto focalizado para una clase media emergente con capacidad de ahorro. Dando cuenta de nuevos conceptos y estándares urbanos, el conjunto de 31 hectáreas desarrolla 1.860 viviendas distribuidas en 19 bolcks y 360 casas, plantea la ruptura con el tejido tradicional de la ciudad, con una arquitectura de edificios aislados emplazados en espacios abiertos de uso colectivo, introduciendo así un nuevo concepto entre lo público y lo privado, a través del diseño de espacios libres de propiedad comunitaria (Imagen 2 y 3). Desde la perspectiva del alojamiento masivo, a partir de ese momento se comienza a utilizar el concepto de unidad vecinal, se remplaza la manzana tradicional por una agrupación de bloques, la plaza contenida, por áreas verdes abiertas y la calle por circulaciones independientes de automóviles y peatones. Administrados por la propia EMPART bajo el modelo de responsabilidad compartida instaurado a través de la Ley de Co-propiedad, a partir de 1976 la dictadura militar disuelve legalmente la Caja de Empleados Particulares, reprimiendo todo tipo de organización. Esta situación, sumada al hecho de que en su período de construcción La Villa es inscrita parceladamente en el conservador de bienes de raíces -determinando la ausencia de claridad jurídica de la propiedad del suelo-, hacen que a partir de ese momento, poco a poco el conjunto vaya perdiendo la capacidad de autocuidado de su extenso territorio, comenzando a caer en un alto deterioro físico y una fuerte desarticulación social. Estos hechos marcan el quiebre de los principios de colectividad, iniciando un proceso de ocupación irregular de las áreas comunes las que poco a poco comienzan a ser privatizadas por viviendas de 1er. piso.

En el marco de la comparación, interesante es destacar la construcción de la Población Santa Adriana entre 1964-65, esta vez focalizada a una clase social de bajos ingresos. De la mano de la creación de la Corporación de la Vivienda CORVI en el año 1952, el conjunto se construye como respuesta a una demanda habitacional de familias que en ese momento se encuentran en una toma de terreno (3) como nuevo fenómeno de la época. Con un total de 2.698 viviendas, distribuidas en cuatro unidades territoriales menores según su construcción (sector B, C, D y Villa Las Palmeras), morfológicamente el diseño de la población responde a un criterio de racionalización como consecuencia de la reciente creación del Decreto con Fuerza de Ley DFL N° 2 de 1959 para viviendas económicas (4). A partir de ahora, la vivienda deberá reunir ciertas condiciones mínimas, implantando además en el diseño del conjunto mínimos como unidad de barrio, debiendo ser complementada con equipamiento básico para promover el desarrollo comunitario. Con lotes 9x18 que definirán la nueva organización del trazado, a partir de ahora, sobre una estructura urbana de un mínimo de calles, se agruparán múltiples manzanas menores, organizadas bajo un sistema de pasajes de orden básicamente ortogonal como nuevo concepto de circulación y acceso a las viviendas (Imagen 4 y 5).

Con una población de 12.227 habitantes, a nivel social, si bien el origen de su formación determinará un fuerte sentido de asociación comunitaria y organización social, con el golpe de estado de 1973 -que instala una fuerte represión en el barrio-, se inicia un proceso de repliegue de la población hacia el ámbito privado, con el consecuente abandono del espacio público. Con la llegada de la democracia, sumada a las condiciones de pobreza en que se encuentra la población, se hace evidente el estado de vulnerabilidad social, que, de la mano del ingreso de armas al la población, va consolidando un contexto en el cual la organización para el delito y el narcotráfico adquiere mayor fuerza, transformándose cada vez más en una real opción para familias pobres y jóvenes en condiciones de abandono (5), determinando una alta fragmentación social y una pérdida del sentido de pertenencia.




IMAGEN 4: Foto Aérea y esquema Morfología y estructura urbana Población Santa Adriana.
Fuente. Elaboración equipo de barrio Santa Adriana.

Si dentro de la comparación tenemos que referirnos al Barrio Las Viñitas, las diferencias serán significativas en relación a los otros dos barrios. Construida durante los años 1984 y 1985 -cuando el sector privado se constituye como diseñador y constructor de vivienda social-, el barrio Las Viñitas es construido bajo concepto de Vivienda Mínima como nuevo modelo Socio-Tipológico que se implanta durante la dictadura. Con un emplazamiento periférico y discontinuo en relación a la estructura urbana de la ciudad, el conjunto se compone por tres poblaciones: Viñita I, Viñita II y La Hondonada, con un total de 67 bloques que suman 1.029 departamentos donde habitan unas 3.600 personas (Imagen 6 y 7). Entregadas en algunos casos bajo el subsidio de vivienda básica, y en otros, para familias erradicadas de distintos sectores de la ciudad, la población se caracterizará por un alto nivel de desarraigo, una fuerte fragmentación social y una baja capacidad de organización, como elementos que han ido fomentando su deterioro. Cabe destacar como nuevo componente asociado a la construcción del barrio, su subdivisión en 10 territorios de co-propiedad independientes definiendo un 74,7% de sus 6, 6 há. bajo este régimen jurídico, versus el bajo porcentaje de suelo destinado a Bien Nacional de Uso Público (BNUP).

Esta situación, sumada al hecho de que la gran mayoría de las viviendas han realizado ampliaciones irregulares, apropiándose de los espacios comunes y poniendo en riesgo la estructura de los bloques, han determinado la alta situación de deterioro en que se encuentra el barrio. El desgaste ambiental es también un agravante de su situación de precariedad, pues la escasez de áreas verdes y la presencia de vertederos clandestinos, plagas, el acopio de desechos en espacios comunes, así como la presencia de sitios abandonados e inseguros, influyen negativamente sobre la percepción y el sentido de pertenencia de sus habitantes en relación al barrio (6). Lo anterior, determinado por el régimen de co-propiedad que rige al conjunto, en el cual los vecinos deben hacerse cargo de la mantención de los espacios comunes, sin tener la capacidad organizativa, económica, ni la participación comunitaria que implica una administración de este tipo han venido a consolidar el deterioro generalizado del barrio.

IMAGEN 5: Imagen Modelo Socio-Tipológico Población Santa Adriana.
Fuente. Elaboración propia de la Autora.



IMAGEN 6: Foto Aérea Morfología y estructura urbana barrio Las Viñitas.
Fuente. Elaboración equipo de barrio Las Viñitas.


Metodología de Intervención:

Desde una mirada metodológica del PQmB los barrios inician el proceso de recuperación urbana con equipos profesionales en terreno bajo un mismo modelo que propone 3 fases intervención. La Fase I, de la mano de un proceso de inserción de los equipos, plantea el desarrollo de un diagnóstico técnico urbano y la realización de un diagnóstico compartido, identificando las principales problemáticas asociadas al estado físico y social del barrio, así como los principales detonantes de su situación. A partir de este diagnóstico, se formula la llamada Meta Integral de recuperación del barrio como un instrumento que sustentará la formulación del Plan Maestro de iniciativas Físicas y el Plan de Iniciativas Sociales, como guías de la intervención integral. Compuesto por un Plan de Gestión de Obras, dicho Plan Maestro quedará plasmado en una imagen objetivo de recuperación física, identificando los proyectos que se han priorizado en decisión conjunta con los vecinos, dentro de los cuales destaca la llamada Obra de Confianza, cuyo fin será encauzar la atención, motivación y credibilidad de la comunidad con el PQmB. El Plan de Iniciativas Sociales compuesto por un Plan de Gestión Social irá asociado al sistema de trabajo que se desarrollará en el barrio en conjunto con el Consejo Vecinal de Desarrollo (CVD) como organismo representativo de la comunidad barrial. A partir de la formulación del PGS y el PGO validados por los vecinos, se firma lo que se ha llamado el Contrato de Barrio como el compromiso que el Estado establece para su implementación en común acuerdo con los vecinos.


IMAGEN 7: Imagen Modelo Socio-Tipológico barrio Las Viñitas.
Fuente. Elaboración propia de la Autora.



IMAGEN 8: Esquema Definición general del Proyecto Integral de recuperación de Barrios.
Fuente. Equipo Metropolitano PQmB.

Como consecuencia de la firma del Contrato de Barrio se inicia la Fase II como período de implementación del PQmB, en la cual se deberá diseñar y ejecutar los proyectos e iniciativas sociales, implementando un trabajo periódico y directo con el CVD y las organizaciones, fortaleciendo a la comunidad local. Una vez finalizada esta fase, metodológicamente el PQmB plantea una Fase III de evaluación de la intervención, donde se espera haber alcanzado la calidad de vida de los vecinos y vecinas, así como la proyección del barrio en la solución de problemáticas de largo plazo, buscando dejar instalada la multisectorialidad y velando por la sustentabilidad de los proyectos. (Imagen 8)

De acuerdo a esta implementación metodológica de recuperación urbana, el análisis de cada uno de los casos dará cuenta cómo en el caso de los Barrios Críticos el modelo de intervención ha debido adaptarse a las singulares realidades y trayectorias de éstos escapado a la naturaleza del PQmB. En este sentido, ya en el proceso de firma de contrato de barrio podemos advertir las primeras necesidades de adecuación de la metodología a la realidad y complejidad de éstos a la hora de poder intervenir en el espacio público. Y es aquí donde, a partir de la realidad de los tres orígenes descritos, los equipos de barrio han debido ir buscando miradas de intervención singulares y estratégicas de acuerdo a cada realidad.

El caso Santa Adriana:

Desde el punto de vista de la realidad morfológica y la estructura del barrio, Santa Adriana presenta un escenario con características urbanas de gran calidad a la hora de realizar una intervención. Con áreas de centralidad claramente definidas, la plaza central, el colegio, comercio, carabineros, etc. y el acceso principal a la población, el barrio cuenta además con una estructura consolidada de calles y pasajes con amplias platabandas y áreas dispuestas para su intervención (Imagen 9). Al mismo tiempo, se debe valorar también la claridad jurídica del suelo que presentan los espacios públicos prácticamente en la totalidad del territorio, los que, a diferencia de Villa Portales y Las Viñitas, cuentan con un alto porcentaje de suelos en calidad de BNUP y a penas un pequeño porcentaje en situación de Co-propiedad, correspondiente a la Villa Las Palmeras como un nuevo conjunto habitacional construido en el año 1985 con similares características que el barrio Las Viñitas.

Sin embargo, frente a esta situación de claridad jurídica y riqueza urbana, en el marco del diagnóstico social del barrio, las problemáticas aparecen desde otro frente como es la situación de delincuencia que hoy enfrenta la población debido al alto nivel de delito y narcotráfico que se desarrolla en su interior, determinando el mal uso del suelo y diversas patologías de comportamiento asociadas a un alto nivel de violencia, que han venido a crear una sensación de inseguridad de la población en el uso del espacio público.

IMAGEN 9: Imagen calles estructurantes Población Santa Adriana con amplias platabandas.
Fuente. Archivo equipo de barrio Santa Adriana.

IMAGEN 10: Esquema proyecto de mejoramiento de espacios públicos, con tratamiento de pavimentos, vegetación
mobiliario, espacios de encuentro, etc. Población Santa Adriana.
Fuente: Archivo equipo de barrio Santa Adriana

A partir de esta realidad, la meta integral de la Población Santa Adriana, se ha planteado apuntando a una doble dimensión: contribuir a reparar Tejido Social y revalorizar la Trama Urbana, donde la resignificación del espacio público ha pasado a ser el principal foco de atención de la intervención, con el objetivo de mejorar y rehabilitar las áreas de uso público, crear y favorecer espacios de encuentro, configurando espacios públicos amables que colaboren en recuperar las confianzas, fortalecer los vínculos, mejorando la autoimagen y el sentido de pertenencia. Con estas premisas, a lo largo del trabajo de gestión urbana y participación vecinal, el Plan Maestro se ha ido enriqueciendo, determinando la articulación de siete intervenciones en un sólo gran proyecto de Mejoramiento del Espacio Público, que logra integralidad y continuidad en la propuesta (Imagen 10). Uno de los principales aspectos que dan cuenta de los resultados del proyecto, ha sido el fuerte dominio y conocimiento de éste por parte de los vecinos que participan en el CVD, quienes han colaborado en el enfoque y priorización de las necesidades del barrio, validando la propuesta final proyectada. En consecuencia, se puede preveer que esta iniciativa podrá tener un alto impacto en tanto se ha desarrollado como un proyecto integral de diseño urbano que valora sus áreas de centralidad, la morfología de sus ejes estructurantes con la sumatoria de sus pasajes, los que han sido trabajados por medio del diseño del paisaje, la localización de mobiliario urbano, vegetación e iluminación.

Sin embargo, en el caso de la Santa Adriana, con un diagnóstico que da cuenta que su principal problemática está relacionada con la seguridad pública, debemos señalar la necesidad de fortalecer la intervención del espacio público con un trabajo articulado e intersectorial, en la búsqueda de competencias que escapan al PQmB. En consecuencia, esta necesidad nos llama a la formulación de un trabajo concertado de actores de carácter interdisciplinario, que desde los diversos programas y servicios del Estado apoyen recuperación integral de la Población, aportando desde sus distintas miradas al trabajo de reparación del tejido social y disminución de la delincuencia.

El caso Villa Portales:

Sin duda que la gran problemática de la Unidad Vecinal Portales está marcada transversalmente por la indefinición de la propiedad jurídica del suelo, lo que ha determinado una gran diferencia con Santa Adriana a la hora de planificar su intervención. Inscrita parceladamente en el conservador de bienes raíces en su período de construcción, actualmente el conjunto no cuenta con un claro registro de lo que corresponde a co-propiedad o BNUP, determinando el funcionamiento de una precaria organización que cuenta con un comité de administración para los 19 blocks existentes -de los cuales 4 se autoadministran-, y que a su vez, no incluye a las viviendas ni logra preocuparse de las amplias áreas colectivas (Imagen 11). Otro hecho significativo a la hora de plantear la intervención en el barrio ha sido el alto deterioro que presenta la infraestructura de vivienda en su interesante arquitectura patrimonial: en sus circulaciones, sus techumbres, sus fachadas con sus emblemáticas celosías y en sus ductos de ventilación como un hecho muy sentido en la comunidad por la obsolescencia de los mismos.

De acuerdo a esta realidad y la singular morfología de su estructura urbana -reflejo de los principios del movimiento moderno-, la elaboración del Plan Maestro de intervención ha sido planteado de manera integral definiendo cuatro Unidades de Proyectos, que abordan dentro de su formulación la problemática habitacional. La primera Unidad de Proyectos está referida al mejoramiento de veredas y borde perimetral de la estructura de calles del barrio, como único elemento que se encuentra en calidad de BNUP. Una segunda Unidad de Proyectos, esta referida a la recuperación de las áreas residenciales, como el gran territorio de tránsito cotidiano en directa relación con el acceso a las viviendas. La tercera Unidad de Proyectos está referida al área colectiva del barrio, que, como centro y corazón del conjunto, cuenta con un vasto territorio donde se han proyectado los equipamientos con un área comercial, un centro comunitario, un área deportiva y una gran plaza central articulada por el paseo "Oriente-Poniente" como gran espacio verde. Finalmente, como cuarta Unidad de Proyectos se ha definido la infraestructura de vivienda, que da cuenta de la necesidad de abordar el alto deterioro en la emblemática arquitectura racional de sus Blocks.

IMAGEN 11: Esquema de organización del barrio. Blocks en estado de co-propiedad y casas interiores Villa Portales
Fuente. Archivo Equipo de barrio Villa Portales



IMAGEN 12: Imagen taller de diseño participativo. Unidad Vecinal Portales.
Fuente. Elaboración propia de la Autora.

En relación a las áreas residenciales, una vez desarticulada la organización social, a partir de 1976 muchas de las familias del primer nivel de casas y departamentos poco a poco fueron haciendo apropiaciones irregulares con el fin de darles mantención y cuidado, pero de las cuales hoy no se quieren desprender. De acuerdo a esto, entendiendo que la gran problemática del barrio está determinada por la ausencia de un marco legal que defina la propiedad de la tierra, como metodología de intervención en dichas áreas, se ha desarrollado en conjunto con los vecinos, un trabajo de diseño que se ha ido estableciendo, de manera muy frágil, por la lógica de los acuerdos. Bajo el objetivo de generar un ordenamiento territorial que busca recuperar aquellas áreas ocupadas irregularmente, por medio de un trabajo de diseño participativo con vecinos de cada sector se han ido tomando acuerdos para el mejoramiento del entorno residencial, lo que además de los resultados en el diseño del espacio colectivo, ha significado una fuerte reactivación social de la comunidad (Imagen 12).

Por otra parte, entendiendo que el PQmB está focalizado principalmente al mejoramiento del espacio público, a partir de la mirada integral del barrio -que considera todas las problemáticas para su recuperación-, tanto el mejoramiento de la infraestructura de vivienda como la necesidad de formalizar la co-propiedad, se han planteado buscando la articulación con otros programas del menú que presenta el Ministerio de Vivienda y Urbanismo, donde el PQmB se ha comprometido a realizar una serie de estudios y diseños que servirán de insumo para dichos programas o fuentes de financiamiento, focalizados en la ejecución de dichas soluciones.

El caso Las Viñitas:

En el caso del barrio Las Viñitas, ya en el ingreso del programa surge la fuerte demanda de evaluar estructuralmente los blocks de viviendas. De acuerdo a esto, por demanda de los propios vecinos y el municipio, se solicita la firma de un Contrato de Barrio parcial y condicionado. Este es ya el primer punto de variación de lo que se establecía como modelo de intervención. De esta forma, dentro de los proyectos y ámbitos asociados al contrato de barrio se incorpora un estudio, que después de 5 meses de ejecución devela que efectivamente los blocks presentan un grado de deficiencia estructural, fundamentalmente como consecuencia de las propias intervenciones de los vecinos, recomendando técnicamente refuerzos perimetrales y la necesaria eliminación de volados y ampliaciones (Imagen 13). Sin embargo, entendiendo que el barrio además presenta un abanico de problemáticas asociadas a la habitabilidad del conjunto, a nivel ministerial se decide dar otro marco a la solución estructural. Es por ello que a modo experiencia piloto, mediante una solución de mayor impacto, se plantea la idea de poder solucionar integralmente todas las problemáticas asociadas a la vivienda, como la mínima superficie, el hacinamiento o el alto nivel de deterioro de los sistemas de instalaciones sanitarias, buscando mejorar simultáneamente el espacio público del barrio carente de estructura urbana, espacios de encuentro y con un elevado nivel de deterioro ambiental.

A partir de esta nueva mirada, se plantea la necesidad de construir un nuevo barrio en un nuevo terreno, mediante una intervención urbano-habitacional integral, fundada en las características de la nueva política habitacional. Con el compromiso ministerial de otorgar un subsidio habitacional a cada una de las familias propietarias, en el marco de este nuevo desafío, la intervención del barrio Las Viñitas debe ser trasladada a SERVIU (7) como nueva plataforma de intervención, en tanto es ahí donde se encuentran los instrumentos para ello. A partir de este momento, bajo la lógica de una intervención no tradicional -que vaya tomando decisiones en conjunto con la comunidad-, aprovechando el conocimiento cercano que han logrado los profesionales del PQmB con los vecinos, se decide trasladar el equipo de barrio a SERVIU constituyendo una nueva mirada para la intervención.

Con nuevo escenario, en un momento en que la comunidad siente un alto grado de fragilidad e incertidumbre, como objetivo central se comienza a trabajar fortaleciendo un discurso común que llegue a todos los vecinos, con la comprensión de las acciones que se tomarán. Para ello, paralelo a la definición y diseño de las alternativas de solución, se han realizado diversas mesas técnicas con vecinos del CVD, delegados y el municipio buscando definir en conjunto las estrategias a seguir, que se han traducido en: asambleas por sector; asambleas con autoridades; boletines informativos; la aplicación de un catastro para saber la situación de cada una de las familias en relación a la propiedad de la vivienda y una serie de jornadas de capacitación a los delegados, quienes han pasado a ser los principales comunicadores de la información al resto de vecinos.

Finalmente, si podemos referirnos a aquellos requerimientos que de alguna manera fortalecerán la intervención como experiencia piloto, podemos advertir la necesidad de: formular la solución en conjunto con las familias, mantener la presencia de un equipo interdisciplinario con presencia en terreno, entregar asesoría jurídica que trabaje las soluciones y alternativas de las familias caso a caso, fortalecer las organizaciones y actores que han condicionado la intervención, dar continuidad a las comisiones de trabajo que se han constituido en el marco del PQmB relacionadas con comunicación, cultura, deportes, infraestructura, salud, etc., a modo que sigan involucrados apoyando ahora el proceso de constitución de un nuevo barrio.

IMAGEN 13: Imagen Ampliaciones Irregulares barrio Las Viñitas.
Fuente. Equipo de barrio Las Viñitas.


IMAGEN 14: Imagen Asambleas realizadas con la comunidad barrio Las Viñitas.
Fuente. Equipo de barrio Las Viñitas.

A modo de Conclusión:

A partir de la mirada de estos tres barrios de alta complejidad, en el marco de un programa piloto, a modo de conclusión podemos advertir la necesidad de reconocer ciertas variables a ser consideradas en su doble dimensión física y social a la hora de realizar una intervención de Recuperación urbana.

a) Como primera cuestión, tal como ha querido dar cuenta el presente artículo, cada barrio requiere una intervención diferente de acuerdo a su realidad. Se comprueba la incompatibilidad de trabajar con un modelo de intervención rígido, en tanto cada barrio tiene complejidades singulares, desde la situación legal de su territorio, la situación habitacional, las demandas sentidas por la comunidad, la coordinación de los actores involucrados o el escenario social -cuyo tiempo en el proceso de inserción o acercamiento a la comunidad será relativo a cada realidad-, por nombrar algunas problemáticas que deberán ser consideradas momento a momento al ir realizando el proceso de intervención urbana.

b) A partir de esta constatación, dada la experiencia del barrio Las Viñitas y lo incierto que puede resultar la ruta a recorrer en la intervención de un barrio de alta complejidad, es recomendable la firma de Contratos de Barrios parciales que se vayan concretando poco a poco, de a cuerdo a las prioridades y acuerdos cumplidos por las ambas partes, vecinos y Estado.

c) Se comprueba la necesidad de abordar paralela y articuladamente el ámbito habitacional en las intervenciones. Generalmente en barrios de alta criticidad, las problemáticas suelen estar asociadas como primera demanda de la comunidad en torno a la vivienda. De acuerdo a esto, un programa de recuperación del espacio público deberá considerar su articulación dirigida con los planes y programas que puedan simultáneamente dar una solución a dichas problemáticas. Esto favorecerá la confianza de los vecinos para la intervención en el barrio.

d) Bajo el mismo objetivo, se comprueba la ventaja de abordar la Obra de Confianza u obra de inicio, no sólo como un instrumento que encauzará la motivación y credibilidad de la comunidad, si no que también como la posibilidad de instalar entre los vecinos la idea de co-gestión, cambiando la visión de un modelo definido sólo por el factor tiempo o inversión, a la oportunidad simultánea de probar lo que puede hacer la comunidad con apoyo, validando y trabajando asociativamente.

e) Se reconoce la necesidad de trabajar la intervención desde una mirada territorial más amplia al polígono de un conjunto habitacional, esto es la definición de un territorio mayor, donde los cambios físicos así como la instalación de equipamientos sean de un mayor impacto social, un área donde los vecinos se sientan reconocidos, donde encuentren satisfacer todas las necesidades de servicios mínimas, contribuyendo a definir la identidad de un sector.

f) Se comprueba la necesidad de fortalecer el trabajo concertado de actores en la definición, diseño e implementación de las soluciones, mediante la articulación de instituciones y programas públicos y privados; desde la gestión de la intervención: entre quienes diseñan, ejecutan, financian, y entre quienes las mantendrán activas, tanto en su administración como en el apoyo al fortalecimiento de la comunidad en el nivel de organización y el uso del espacio público y los equipamientos.

g) Se reconoce al gobierno local como imprescindible en la recuperación de una pieza urbana, comprobando la necesidad de fortalecer el entendimiento que conlleva un programa enfocado a la recuperación urbana en sus dimensiones física, social e intersectorial.

h) Se comprueba la necesidad de incorporar la mayor cantidad de herramientas e instrumentos de trabajo que articulados fortalezcan el éxito de las intervenciones: Sistemas de Información Geográfica (SIG), Plan Regulador Metropolitano, Plan Regulador Comunal, censos, etc.

i) Se plantea la necesidad de entender el factor tiempo no como limitante, sino como herramienta de programación de los procesos, proyectando la intervención en periodos flexibles según sea necesario. Un programa de recuperación urbana conlleva además de la recuperación física de un territorio, un proceso social asociado que viene a justificar y validar la intervención, pero que sin embargo, requiere de mucho más tiempo que la construcción de una obra física, pudiendo ser más lento e impredecible.

En consecuencia, se comprueba que si bien siempre es necesario establecer un modelo como guía de una intervención urbana, en barrios de alta criticidad, debido a sus complejidades, permanentemente se deberán ir estableciendo estrategias de acción que irán modificando dicho modelo en favor de la intervención. Finalmente, si a partir del análisis de cada uno de estos tres casos, el presente artículo abre una mirada hacia la incorporación y valoración de sus experiencias, habremos contribuido eficazmente a la discusión que vaya aportando en la formación de entornos mixtos, en oposición a la fragmentada estandarización urbana y humana de nuestras ciudades.

(1) El concepto de Modelo Socio-Tipológico ha sido desarrollado por la autora en su tesis doctoral: "El Proyecto residencial en baja Altura como Modelo de crecimiento urbano: Santiago de Chile y su Política de vivienda en el Último Cuarto de Siglo". Año 2006. Universidad Politécnica de Catalunya. Barcelona. España.

(2) SAN MARTÍN, Eduardo. "La Arquitectura de la Periferia de Santiago. Experiencias y Propuestas". Ed. Andrés Bello 1992. Santiago de Chile.

(3) El fenómeno de las "Tomas de Terreno" aparece a nivel urbano a finales de los años 50, detectando un aumento progresivo en 10 años: con 23 casos en 1969, que se dispara en 1970 a 200 casos previo al comienzo de la administración de S. Allende.

(4) Impulsando la construcción de vivienda masiva de bajo costo, a partir de la creación del DFL Nº 2, se entiende por Vivienda Económica "aquella que tanto en las condiciones sociales, económicas, técnicas y de higiene y salubridad cumpla con las normas establecidas en la Ordenanza de Urbanización y Construcciones Económicas".


(5) Propuesta de intervención concertada para la Población Santa Adriana, Comuna de la Espejo. Equipo de barrio Santa Adriana Programa Quiero mi Barrio. Enero 2009.

(6) "Recuperando Barrios de Santiago". Programa de Recuperación de Barrios. Seremi metropolitana de Vivienda y Urbanismo. Observatorio Social Universidad Alberto Hurtado. 2008.

(7) SERVIU, corresponde al Servicio de Vivienda y Urbanismo del MINVU, el cual cuenta entre otras funciones, con los instrumentos normativos para la compra, expropiación o entrega de subsidios habitacionales a las familias del país.


Mónica Bustos Peñafiel.

Es arquitecta por la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile, 1997. Doctora en Urbanismo y Ordenación Territorial por la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona, UPC, 2006. Actualmente es coordinadora de los Tres Barrios Críticos de la región Metropolitana, en el marco del Programa de Recuperación de barrios del Ministerio de Vivienda y Urbanismo MINVU.

OPINIONES Y EXPERIENCIAS:

SOBRE LA EXPERIENCIA DEL PROGRAMA EN LA UNIDAD VECINAL PORTALES.

Al estar trabajando en el programa Quiero Mi Barrio (consultora EQUIPO 4 S.A.), específicamente en el Plan de gestión de obras, un día de actividades enmarcadas en los talleres de diseño participativo en la Unidad Vecinal Portales, un vecino me pregunto ¿usted cree realmente en las intenciones de este Programa y del ministerio? Con un tono mas bien sarcástico e irónico ya que se discutía sobre temas mas bien difíciles para la comunidad, a lo cual le respondí pausadamente, que efectivamente creía y creo en el espíritu del Programa, pero dicha pregunta genero en ese momento en mi mente algunas dudas sobre los trechos que se van construyendo entre las ideas y bases de las políticas públicas de esta envergadura y las formas en que se articulan y se traspasan en la practica o mejor dicho como se adaptan a la realidad particular de cada locacíon, barrio, pasaje o calle.

Frente a lo anterior, la experiencia de Portales, bajo cualquier arista fue un proceso de aprendizaje potente y apasionado que establece nexos inexplorados y difíciles de dimensionar cuando recién se ejecuta, pero desde la perspectiva vivencial de programas de diseño y decisión participativa, la principal arma para poder ejecutar cualquier tipo de plan o iniciativa, es la construcción de confianzas y con ello condicionar futuras negociaciones para y con los vecinos. Esto se fundamenta desde la base que el programa Quiero mi Barrio en términos exactos, desembarca y se hace responsable de la mala carga histórica en el desarrollo de políticas de vivienda en nuestro país donde el problema no se particulariza esencialmente la calidad constructiva y espacial de la vivienda en si, sino que engloba al entorno donde se emplazan y se desarrollan los habitantes y familias pertenecientes a conjuntos económicos y sociales, por lo tanto interviene y trata de modificar formas de vida que se han consolidado en el transcurso y evolución de la vivienda masiva en Chile.

Es así, y reafirmando la idea fundamental para los logros del PQmB, es que los cimientos para efectivizar este programa, y para que fundamentalmente consiga convertirse en política pública, son los lasos de confianza que puedan establecerse entre vecinos y a su vez, los vecinos con los equipos técnicos, equipos sociales y autoridades que intervengan en un barrio determinado. Es ese punto la piedra angular de toda buena gestión que debiese ser articulada con compromisos reales y establecimiento de plazos de relativa cordura, es así que se hace imprescindible mejorar ese marco de acuerdos (contrato de Barrio) efectuando un lenguaje claro y preciso, dando responsabilidades a todos los actores involucrados y que ello logre un proceso de agilizarmiento de los distintos campos de acción del PQmB, ya que efectivamente, se han descubierto en la practica procesos, que dadas distintas circunstancias y factores se han atrasado y retrasado otros productos, por lo tanto, se va produciendo un efecto domino que termina por afectar las confianzas, ya que no se pueden cumplir con los plazos y los habitantes se comienzan a intranquilizar al ver que las obras no se ejecutan o se ejecutan tardíamente, lo que implica un daño irreparable para conjugar voluntades frente a un objetivo común que es el mejoramiento de los entornos, de los habitats y finalmente el mejoramiento de la vida de sectores sociales vulnerables a distintas patologías. Finalmente y reforzando la idea anterior, es fundamental que se creen herramientas para efectuar la agilización y "modernización" del programa, que a pesar de ser una iniciativa relativamente nueva, lamentablemente debe cargar con la histórica y no bien evaluada burocracia en los procesos estatales, esto ayudaría a establecer flujos de información rápidos y confiables entre actores técnicos y vecinos, conquistar a los vecinos inseguros e incrédulos del programa, transformándolos en aliados e instándolos a que participen activamente en los talleres, reuniones y actividades y finalmente generar la siempre bien ponderada Transparencia en procesos y obras de fondos estatales.

Una vez que vislumbré esta serie de conceptos y mejoras para el sistema, reafirme mi fé en el PQmB, ya que se podría decir que esta iniciativa responde a la máxima expresión de la democracia, ya que establece lazos de participación y confianzas ciudadanas inigualables, donde ciudadanos tiene la posibilidad de intervenir directamente en su espacio comunitario, mejorándolo con herramientas que el estado les brinda.


Santiago Ignacio Soto Sáez
Arquitecto ULR
Ejercicio independiente