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| 29.01.09 > 05.04.09
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INVESTIGACIÓN SOBRE DISEÑO CONTEMPORÁNEO HIPÓTESIS URBANA
Conferencia de Enric Ruiz-Geli en Urbania Festival 2009.
Conferencia de Enric Ruiz-Geli en Urbania Festival 2009. Un paseo por una arquitectura relacionada con las nuevas posibilidades espaciales a partir de la aplicación de la tecnología; una tecnología que diseña y construye. A partir de la exposición de proyectos como el Villa Nurbs o el proyecto del New York Aquarium reflejan la intención de establecer edificios interactivos para los usuarios. El factor mediambiental se relaciona con el coste económico de la propuesta, por lo que establece una estandarización de los elementos constructivos para permitir que la prefabricación reduzca costes tanto energéticos como económicos. Cloud 9 en la Expo Zaragoza 2009 o un proyecto de oficinas en Barcelona son otros proyectos en los que se produce una investigación en relación a la producción de agua o hacia una construcción digital.
“Debemos construir complejidad” Enric Ruiz Geli
Enric_Ruiz-Geli@UrbaniaFestival from Abitare Web on Vimeo.
Rafael Moneo en La ETSA de Sevilla
la conferencia de esta mañana de Rafael Moneo estaba abarrotada.
la convocatoria versaba sobre este titulo
"De cómo las dificultades son acicate para el buen trabajo del arquitecto"
DE RAFAEL MONEO, MIÉRCOLES DÍA 18, A LAS 12H EN SALON DE ACTOS DE LA E.T.S. ARQUITECTURA.
VINCULADO A LA CÁTEDRA BLANCA _ CEMEX, ORGANIZADO POR TALLER DE CRUZ Y ORTIZ.
SEGUIDAMENTE, A LAS 15.OOH DARÁ COMIENZO UNA SESIÓN CRÍTICA DE LOS TRABAJOS DEL TALLER ABIERTA A TODOS LOS ALUMNOS DE LA ETSA.
Fueron expuestos algunos trabajos como la Biblioteca de la universidad de Deusto o el edifico de la Universidad de Harvard. A alguien le recuerda algo la cercanía con el edificio de Sert?
LINK wikipendia Moneo.
Todo esto me traía al recuerdo aquel famoso concepto de transmisión de la enseñanza maestro-alumno de oriente. Fuera de la escuela -titulo en mano- la experiencia del primer empleo resulta de gran importancia en la formación del arquitecto como profesional. Es en esta situación real donde años de teoría se transforman en una filosofía practica de trabajo, y el oficio es traspasado de maestros a aprendices.
Respecto a la importancia de la primera experiencia laboral Luis Mansilla y Emilio Tuñón nos contaron:
“Al acabar la carrera de arquitectura en Madrid, hacia el año 1982, lo único seguro era que no nos sentíamos todavía preparados para hacer arquitectura. Aquel mundo de la arquitectura que nos interesaba –su capacidad para dar la misma forma a las obsesiones particulares y a las necesidades públicas- era todavía un territorio lejano.
Por amigos comunes, se nos ofreció la posibilidad de incorporarnos a trabajar en el estudio de Rafael Moneo. ¡Y allí nos quedamos casi una década!
Es dificil imaginarnos a nosotros mismos sin ese periodo de aprendizaje al lado de una persona tan excepcional. Porque en ese dilatado tiempo, el suficiente para acabar siendo amigos, no sólo aprendimos a comprender el significado personal y social de la arquitectura, sino también el modo de organizar el estudio, el modo de trabajar con los oficios, siempre a medio camino entre el aprendizaje y la sorpresa. Y, sobre todo, el modo de mirar la arquitectura, el modo de acercarse a ella, tanto la propia como la ajena. En un reciente discurso, Moneo decía “Agradezco a la arquitectura que me haya permitido ver el mundo con sus ojos”…nosotros podríamos decir: “agradecemos a Rafael Moneo que nos haya enseñado a mirar la arquitectura con sus ojos”
Sabemos que en sus comienzos los arquitectos Luis Mansilla y Emilio Tuñón trabajaron en la oficina de Rafael Moneo, pero si analizamos genealógicamente a los maestros que les antecedieron, nos encontramos entonces con que Rafael Moneo en sus comienzo trabajó con Jörn Utzon, quien a su vez trabajó en la oficina de Alvar Aalto en Helsinki. A pesar que en algunos casos el tiempo de trabajo no fue mas que un año, es imposible no considerar semejante coincidencia de arquitectos de renombre.
Entonces se podría decir que este primer empleo es la verdadera escuela, es el paso de conocimiento técnico a uno de oficio, en el que se genera la diferencia.
Algunas partes de la conferencia con mal audio.
Aquí algunos momentos de la conferencia que estaba abarrotada y que me impidió tomar bien el audio y el vídeo.
Conferencia de Rafael Moneo en la ETSA de Sevilla from jmmag on Vimeo.
Semana Cultural 2009_ETSAS
SEMANA_CONCLUSIONES_ CULTURAL2009
Semana Cultural 2009_ETSAS
SEMANA_CONCLUSIONES_ CULTURAL2009
La ciudad abierta de Amereida. Arquitectura desde la Hospitalidad.
La idea sirve de estimulo a los estudiantes y los propios creadores para hacer un proyecto desde y para el aprendizaje de la arquitectura. Con la compra de un terreno y posterior ordenación y edificación.
Os linko la tesis doctoral de Patricio Cáraves Silva cofundador de la ciudad abierta de Amereida que presento en UPC.
Resumen de la Tesis:
Este estudio expone la experiencia arquitectónica, co-generada con la poesía, surgida en america: en Chile.
Experiencia que oyendo a la palabra poética, la que es inaugural, trata de abrir un campo, que le permita construir el origen, y en él, formular la pregunta inicial; la que indaga sobre el destino de ser americano. La que es común a todos los oficios y que aquí, se ha intentado oír, en la rima con la acción.
La tesis, se centra en el estudio de la Ciudad Abierta; en su origen y su generación. En su ámbito creativo y, en su arquitectura, que surge de la orientación poética, de la poesía que llaman del “ha lugar”, la que intenta aunar la vida, el trabajo y el estudio. Es por ello que se ha elegido y cogido un tópico, común a todos los oficios y que aquí, es transversal: la hospitalidad. Así, no sólo se expone la arquitectura, sino que se busca dar cuenta de lo entero, que llaman el “ámbito creativo”, que se da en los Talleres; sitio donde se va pensando, proyectando y, luego construyendo, en común, conformando un transcurso o tempo y, del que dan cuenta pública cada diez años.
Todo ello son los objetivos generales. Su estructura es la siguiente:
Ubicación: Chile.
La Ciudad que no campamento, con acto de fundación. Desde la partida ser ciudad, cuidando serlo y no meramente en el decurso del tiempo alcanzarlo. Se ha querido partir, para ello desde lo más público. El ágora, lugar donde se da la palabra libremente.
La Ciudad Abierta. Abierta al oficio de arquitecto el que está en constante renovación. Abierta a re-apasionar el mundo.
La Ciudad Abierta de Amereida. Es la poesía épica de América, la poesía del “ha lugar”. La Eneida en América. Es la que indaga en el sentido y significado de ser americano. Es la pregunta sobre el destino de los llegados a una tierra no descubierta sino que regalada, inventada. Amereida, propone la orientación del Continente, con el cambio de Norte. “Tesis del propio Norte”. Orientación bajando la Cruz del Sur.
La Ciudad Abierta de Amereida. La Arquitectura; concebida como el oficio con el que el hombre obra en el mundo, haciéndolo, co-generado con la poesía. Extensión orientada que da cabida. Los espacios concebidos en el rigor creativo del fundamento, que lleva a la Forma, posible desde la observación.
La Ciudad Abierta de Amereida. La Arquitectura desde; esto es contar con una partida, un punto de vista que es una teoría, que se asienta en la observación directa con dibujo y texto, lo que constituye el suelo teórico que es el fundamento, junto al partido arquitectónico de la Ciudad Abierta.
La Ciudad Abierta de Amereida. La Arquitectura desde la Hospitalidad; entendida como aquel acto del hombre, tal vez de los más altos que pueda realizar y que consiste en llegar a oír al otro. Así, se puede entender y apreciar que, el dar casa es entrando en el otro con la observación que desvela el acontecer, presentándolo. Dar cabida es comprender que la tarea es darle cabida al otro en plenitud.
Los objetivos específicos de la tesis, son: El exponer esta experiencia, cuidando de no ser un modelo, sino tan sólo ser parte de la arquitectura. Por ello es el distingo de querer exponer y, no divulgar.
Exponer la génesis de la obra arquitectónica, tomando el postulado de la hospitalidad, abriendo su significación en el espacio habitable. Experiencia que busca acceder a la arquitectura desde un fundamento interno. Esto lo logran desde la observación.
La metodología empleada, ha sido primeramente recoger y compilar la casi totalidad de textos originales no editados y, con ellos conformar un cuerpo, que es el fundamento teórico de la empresa ya expuesta. Visitar las obras y recoger las vivencias de los que en dicho lugar moran.
Reflexionar, junto al análisis de seis obras escogidas, para dar cuenta de los actos que las originan y la forma de colectiva de proceder, que llaman “ronda”. Análisis reflexivo de las obras, junto a los textos de poetas, filósofos, historiadores y arquitectos, con la finalidad de hacer resonar, la palabra hospitalidad.
La tesis se conforma en tres cuerpos:
La tesis propiamente tal.
Los textos fundamentales que conforman el planteamiento teórico.
Los textos que dan cuenta de trabajos realizados por el doctorando.
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Postmetrópolis. Estudios críticos sobre las ciudades y las regiones de Edward W. Soja
de Edward W. Soja
Colección:map-21
Tema: Geografía. Urbanismo crítico. Metrópolis.Transformaciones urbanas.
Post Metropolis
José Ortega y Gasset: “Meditación de la Técnica”
Hoy os voy a hablar de un libro que tiene ya unos cuantos años pero que, desde mi punto de vista, permanece perfectamente vigente: “Meditación de la técnica” de José Ortega y Gasset. Y, además (puesto que la ciudad es una de las obras cumbres de la técnica humana) perfectamente aplicable al debate: medio antropizado versus naturaleza que, hoy, tiene tanta importancia. Las imágenes tratan de hacer un recorrido por lo que llamo "la invención de la ciudad", uno de los artilugios técnicos más sofisticados que ha creado la Humanidad.
En realidad, más que un libro es un curso, que Ortega impartió en la inauguración de la Universidad de Verano de Santander en 1933. Dice en el “Prólogo” que, tal y como fueron pronunciadas estas lecciones, así aparecieron en La Nación de Buenos Aires, troceadas en artículos dominicales. En realidad Ortega no pensaba publicarlas en un libro porque las lecciones (según su opinión) no estaban acabadas pero: “veo que los editores fraudulentos de Chile recortaban de ‘La Nación’ estas informales prosas y formaban con ellas volúmenes. En vista de lo cual he decidido hacer concurrencia a esos piratas del Pacífico y cometer el fraude de publicar yo estos libros suyos, que son míos”.
Este “Prólogo” lo firma Ortega en Buenos Aires el 27 de octubre de 1939. Como podéis observar la cuestión de la piratería (a pesar de que así nos lo quieren hacer ver en estos tiempos) no es sólo algo relativo a Internet. No querría entrar ahora en esas procelosas aguas pero, hoy como ayer, el problema no es el del acceso a la cultura por todos (incluso por lo que no tienen) sino el aprovechamiento comercial que de dicha cultura hacen algunos, bien sean editores en algunos casos o piratas en otros.
La “Introducción” es, sencillamente, espectacular: “sin la técnica, el hombre no existiría ni habría existido nunca”. Es ese su resumen del curso. Una sólo línea para poner a los alumnos en situación de aprender y con la mente abierta a la discusión y la confrontación de ideas. Luego habla de lo que debería ser una lección: “Una lección es una peripecia de fuerte dramatismo para el que la da y para los que la reciben. Cuando no es eso no es una lección sino otra cosa –tal vez un crimen- porque es una hora perdida y la vida es tiempo limitado y perder un trozo de él es matar vida, practicar asesinato blanco”. Y de la situación de la Universidad en aquellos momentos (estamos en 1933 pero, ¿a qué os suena toda esta cantinela en el 2008?): “Como en la Universidad actual –y conste que no me refiero sólo a la española- las lecciones no suelen ser eso que he llamado peripecia quiere decirse que la Universidad es un lugar de crimen permanente e impune”.
Luego, página a página, se va desarrollando el curso. Probablemente no se corresponda con las teorías más geniales y pulidas de Ortega, pero ya sabéis que me gusta traer al blog libros con capacidad de despertar interés, con potencialidad para generar ideas y producir controversia. Siempre que termino de leerlo (que conste que lo he leído muchas veces desde que era estudiante de arquitectura) siento envidia por aquellos que tuvieron la suerte de ser sus alumnos. Voy a utilizar muchos párrafos extraídos directamente de la publicación, porque en el caso de Ortega esto se puede hacer fácilmente, a pesar de que utiliza demasiado el término “hombre” para referirse a los hombres y a las mujeres. Parece que no, pero el lenguaje no sexista empieza a notarse y se nos hace raro (por lo menos a mí) esta insistencia en hablar del “hombre”, en lugar de “la Humanidad” del “ser humano” o de “los hombres y las mujeres”.
Ejemplos de esta potencialidad de generar ideas se encuentran en casi todas las páginas. Por ejemplo, en la lección II se puede leer: “La técnica es lo contrario de la adaptación del sujeto al medio, puesto que es la adaptación del medio al sujeto. Esto ya bastaría para hacernos sospechar que se trata de un movimiento en dirección inversa a todos los biológicos. Esta reacción contra su entorno, este no resignarse contentándose con lo que el mundo es, es lo específico del hombre. Por eso, aún estudiado zoológicamente, se reconoce su presencia cuando se encuentra la naturaleza deformada; por ejemplo, cuando se encuentran piedras labradas, con pulimento o sin él, es decir, utensilios. Un hombre sin técnica, es decir, sin reacción contra el medio, no es un hombre”.
Luego sigue una parte argumental en la que concluye que: “El hombre no tiene empeño alguno por estar en el mundo. En lo que tiene empeño es en estar bien. Solo esto le parece necesario y todo lo demás es necesidad solo en la medida en que haga posible el bienestar. Por tanto, para el hombre solo es necesario lo objetivamente superfluo. Esto se juzgará paradójico, pero es la pura verdad. Las necesidades biológicamente objetivas no son, por sí, necesidades para él. Cuando se encuentra atenido a ellas se niega a satisfacerlas y prefiere sucumbir”.
Todo ello para llegar a: “La técnica es la producción de lo superfluo: hoy y en la época paleolítica. Es, ciertamente, el medio para satisfacer las necesidades humanas; ahora podemos aceptar esta fórmula que ayer rechazábamos, porque ahora sabemos que las necesidades humanas son objetivamente superfluas y que solo se convierten en necesidades para quien necesita el bienestar y para quien vivir es, esencialmente, vivir bien. He aquí porque el animal es atécnico: se contenta con vivir y con lo objetivamente necesario para el simple existir”.
Luego analiza como la técnica es “sobremanera inestable”, ya que depende de cual sea en cada momento la idea de bienestar que tenga el hombre. También el hecho de que “disminuye, a veces casi elimina, el esfuerzo impuesto por la circunstancia (naturaleza, entorno)”. Para ello reforma su circunstancia y la obliga a adaptar formas nuevas que le favorecen. La pregunta es inmediata: ¿A dónde va a parar ese esfuerzo ahorrado y que queda vacante? A partir de la pregunta Ortega empieza a pensar sobre la esencia del ser humano en relación con la técnica y los actos técnicos. Os dejo con la intriga de la respuesta (hasta que os leáis el libro). Entiendo que fundamental para tener algún criterio sobre las prioridades reales en un momento especial como el que estamos viviendo.
También nos describe las tres etapas de la evolución de la técnica: la técnica del azar, la técnica del artesano y la técnica del técnico. En la primera, la técnica del azar, la Humanidad no es consciente de lo que puede hacer: “el hombre primitivo ignora su propia técnica como tal técnica; no se da cuenta de que, entre sus capacidades, hay una especialísima que le permite reformar la naturaleza en el sentido de sus deseos”. En esta etapa la invención le aparece al hombre como una propiedad más de la naturaleza, y el invento surge, no porque se busque, sino casi debido al azar. Ortega dice que “esas invenciones obedecen al cálculo de probabilidades”.
Al hablar de la tercera etapa (el momento en el que estamos) el instrumento del artesano ha sido sustituido por la máquina y se ha producido ya la radical separación entre el técnico y el obrero que todavía eran la misma cosa en la segunda fase. Esto ha conducido, según Ortega, a la “proliferación sin par de la planta humana”: “Hecho tal solo podía acontecer cuando el hombre había llegado a interponer entre la naturaleza y él una zona de pura creación técnica tan espesa y profunda que vino a constituir una sobrenaturalaza”. En el mundo actual la Humanidad no puede elegir “está irremediablemente adscrito a esta (se refiere a la capa de creación técnica) y colocado en ella como el hombre primitivo en su entorno natural”.
El peligro de esta situación es que el primer paisaje artificial que encuentra el hombre es tan tupido que oculta la naturaleza primaria que hay detrás, y entonces puede tender a creer que: “Todo aquello está ahí por sí mismo: que el automóvil y la aspirina no son cosas que hay que fabricar, sino cosas, como la piedra o la planta, que son dadas al hombre sin previo esfuerzo de este. Es decir, que puede llegar a perder la conciencia de la técnica y de las condiciones, por ejemplo, morales en que esta se produce, volviendo, como el primitivo, a no ver en ella sino dones naturales que se tienen y no reclaman esforzado sostenimiento”. Además, el hecho de que la técnica, aparentemente, produzca la conciencia de que la Humanidad no está limitada por nada contribuye de forma determinante a que no sepa ya quien es, porque al hallarse, en principio, “capaz de ser todo lo imaginable, ya no sabe qué es lo que efectivamente es”.
Como podéis comprender se trata de un libro (un curso) extraordinario, que nos permite entender la relación entre la urbanización y la naturaleza en clave bastante distinta a los tópicos habituales del “buen salvaje” y la “madre naturaleza” a que nos tienen acostumbrados tantos ecologistas románticos (hablaba en un artículo anterior del malvado ecologista). Y es que uno de los hechos técnicos más importantes que ha inventado la Humanidad a lo largo de su devenir ha sido la ciudad. La ciudad, analizada a luz de las palabra de Ortega adquiere una dimensión nueva, un sentido distinto al habitual. Una vez leído este libro ya no es tan sencillo pensar en la urbanización como una anomalía extraña al hombre, como un invento pernicioso que destruye el mundo idílico y bondadoso de la naturaleza.
La ciudad probablemente sea el objeto más genuinamente humano que podamos encontrar. Y lo es en tanto en cuanto deforma y modifica la naturaleza para adaptarla a sus necesidades de forma muy notoria. Necesidades que son, esencialmente superfluas, y por las que merece la pena vivir. Estas frases dichas de esta forma (es decir, sacadas de contexto) pueden parecer absurdas pero os aseguro que después de seguir el hilo del discurso de Ortega os parecerán normales. Incluso me atrevería a decir que, en el fondo, es lo que todos pensamos de forma más o menos explícita. Es problema al que nos enfrentamos es el pecado de soberbia: llegar al convencimiento de que, después de todo lo que ha sido capaz de hacer, la Humanidad no está limitada por nada. Porque este ser (el ser humano) capaz de casi todo, está diluyendo su identidad en una sobrenaturalaza tan potente que le impide ver aquella primera capa que posibilita todo: la naturaleza. Ese es el gran peligro que denunciaba Ortega en 1933 y que hoy nos amenaza de una forma muy determinante y explícita en uno de los momentos de máximo apogeo de la técnica.
De Jose Fariñas Tojo
Catedrático de Urbanística y Ordenación del Territorio en la Universidad Politécnica de Madrid
Los siete saberes necesarios para la educación del futuro. Edgar Morin

Hace ya más de cinco años que este librito (no llega a las 150 páginas con tamaño inferior a la media holandesa y con una letra apta para lectores de vista cansada) es, para mí, referencia imprescindible. Aunque por el título pudiera parecer que va dirigido exclusivamente a educadores, sin embargo su alcance es mucho mayor ya que, en realidad, trata de la educación para la civilidad. Es decir, trata de cómo profundizar en la democracia y de los nuevos valores emergentes, más que de la educación en las escuelas o en la Universidad (aunque también).
El libro se organiza en siete capítulos que se corresponden con los siete saberes a los que hace referencia el título y todo el texto se inscribe en la visión de Morin acerca del “pensamiento complejo” sobre la que espero tener algún día tiempo de tratar. Aunque por razones expositivas voy a ir comentando saber a saber según el orden en el que aparecen en el libro, hay que entender que estos “siete saberes” no son esclusas cerradas sino que se interrelacionan y conectan. En suma, forman una unidad compleja y global. Además seguiré el sistema de entresacar párrafos casi completos porque la estructura y la forma en la que está escrito el libro lo permiten.
Pero antes de empezar me gustaría reproducir parte del prefacio que escribió Federico Mayor Zaragoza, relativa a las palabras clave sobre las que debería basarse la construcción de un futuro viable, porque pienso ofrece indicaciones acerca de la base sobre la que construir la nueva ética de este siglo: “La democracia, la equidad y la justicia social, la paz y la armonía con nuestro entorno natural deben ser las palabras clave en este mundo en devenir. Debemos asegurarnos que la noción de durabilidad sea la base de nuestra manera de vivir, de dirigir nuestras naciones y nuestras comunidades y de interactuar a escala global”.
Cegueras y principios del conocimiento
Los dos primeros capítulos o saberes supongo que le serán muy queridos a Morin porque sobre ellos ha trabajado y escrito mucho y, en cierta medida, parecen muy relacionados ya que se refieren al propio conocimiento. El primero se llama Las cegueras del conocimiento: el error y la ilusión y el segundo Los principios de un conocimiento pertinente.
Por una parte entiende que el conocimiento del conocimiento es una herramienta básica “para hacer frente a riesgos permanentes de error e ilusión que no cesan de parasitar la mente humana”. Y por otra la necesidad de promover un tipo de conocimiento “capaz de abordar los problemas globales y fundamentales de modo que puedan inscribirse en ellos conocimientos parciales y locales”. Entre los trabajos que juzgamos ayer en el tribunal tan sólo uno de los doce partía de un entendimiento global de las cuestiones que abordaba y era capaz de colocarla en sus justos términos. Para todos los demás “su problema” era, sencillamente, el ombligo del mundo. Es decir, era “el problema”. Y eso que no se trataba de malos trabajos. Bien es verdad que era un curso técnico. Pero aún así hubiera sido deseable una mayor amplitud de miras. Dice Morin:
La educación del futuro se ve confrontada a este problema universal, ya que existe una inadecuación cada vez más amplia, profunda y grave entre, por un lado, nuestros saberes desarticulados, parcelados y compartimentados y, por el otro, las realidades o problemas cada vez más polidisciplinarios, transversales, multidimensionales, transnacionales, globales, planetarios…
Esta visión miope de las cosas es ya inexcusable cuando procede de un docente. Cosa por otra parte bastante corriente cuando los especialistas hablan de sus “áreas de conocimiento” negando y menospreciando todo aquellos que sus miradas con anteojeras no son capaces de entender. Yo comprendo que toda una vida dedicada a un “área de conocimiento” o a una disciplina marca indeleblemente a fuego, pero poco se diferencia ese pretendido saber científico del que se refiere Morin al hablar de la noósfera:
Es más, las creencias y las ideas no sólo son productos de la mente, sino que también son seres mentales que tienen vida y poder. De esta manera, pueden poseernos. Debemos ser muy conscientes de que desde los primeros momentos de la humanidad nació la noósfera -esfera de las cosas del espíritu- con el despliegue de los mitos y de los dioses; la formidable sublevación de estos seres espirituales impulsó y arrastró al “Homo sapiens” hacia delirios, masacres, crueldades, adoraciones, éxtasis, y hechos sublimes desconocidos en el mundo animal. Desde entonces, vivimos en medio de una selva de mitos que enriquecen las culturas.
El mundo del siglo XXI es un mundo esencialmente complejo. Negar esta complejidad y presuponer que la realidad es sólo de color amarillo porque la estamos viendo exclusivamente con nuestras gafas disciplinares es, como mínimo, empobrecedor. Pero negarse en redondo a ponerse cualquier gafa con cristales de otro color es sectario. Es comprensible que si te has pasado treinta años escrutando exclusivamente un campo del saber, a veces muy pequeño, tengas miedo a mirar de otra forma. Por eso es tan importante no perder la visión global. Pero que ese mismo miedo atenace también a un joven que se acerca por primera vez a un área específica del conocimiento sólo puede tener una explicación: previamente, tanto la sociedad como los docentes le hemos cercenado convenientemente su capacidad de mirar sin complejos.
Enseñar la condición humana
Conocer lo humano es el tercero de los saberes necesarios: “Es importante que reconozcamos nuestro doble arraigo en el cosmos físico y en la esfera viviente, a la vez que nuestro desarraigo típicamente humano. Estamos simultáneamente dentro y fuera de la naturaleza”. En el estudio de lo humano del ser humano analiza tres bucles: cerebro / mente / cultura; razón / afecto / impulso; individuo / sociedad / especie. Al terminar este importante capítulo dice que “somos seres infantiles, neuróticos, delirantes siendo al mismo tiempo racionales. Todo esto constituye el tejido propiamente humano”. Al releer esta parte me he acordado de Humberto Maturana. Debería tener tiempo algún día para comentaros El árbol de conocimiento que escribió conjuntamente con Francisco Varela y que es, para mí, otra de esas “lecturas imprescindibles”.
Enseñar la identidad terrenal
Sobre el cuarto y el quinto de los saberes vengo insistiendo a mis alumnos desde hace algunos años, desde que me percaté de su importancia. Enseñar la identidad terrenal es el cuarto: “El destino ahora de carácter planetario del género humano es otra realidad fundamental ignorada por la educación. El conocimiento del desarrollo de la era planetaria va a incrementarse en el siglo XXI, y el reconocimiento de la identidad terrenal, que cada vez va a ser más indispensable a escala personal y para todos, debe convertirse en uno de los más importantes objetos de la educación”.
De todo este capítulo, importantísimo desde mi punto de vista, me gustaría destacar sólo un punto, casi anecdótico, porque no me atrevo a comentar nada del resto. Tan sólo recomendaros que lo leáis como todo el cuidado y el cariño que podáis. Este punto se refiere a la aportación de las contracorrientes que, según Morin, van a tener una importancia decisiva en la conformación de esta identidad terrenal: la ecología frente al aumento de la degradación ambiental y las catástrofes técnicas; la resistencia a la vida prosaica puramente utilitaria; la resistencia a la primacía del consumo estandarizado; la emancipación frente a la tiranía del dinero; la pacificación de las almas y de las mentes frente a la violencia.
Afrontar las incertidumbres
El quinto de los saberes lo titula Afrontar las incertidumbres: “La fórmula del poeta griego Eurípides, que data de hace 25 siglos, resulta más actual hoy que nunca: Lo esperado no se cumple y para lo inesperado un dios abre la puerta. El abandono de los conceptos deterministas de la historia humana que se creían capaces de predecir nuestro futuro, el examen de los grandes acontecimientos y accidentes de nuestro siglo, que fueron todos inesperados, el carácter de ahora en adelante desconocido de la aventura humana, deben incitarnos a preparar nuestras mentes para esperar lo inesperado y poder afrontarlo. Es imperativo que todos los que tienen a su cargo la educación estén a la vanguardia de la incertidumbre de nuestros tiempos”.
Después de plantear las incertidumbres de lo real y las incertidumbres del conocimiento aparecen unos párrafos sobre la ecología de la acción en los que hace referencia a autores y teorías (incluyendo las suyas) que me parecen fundamentales para plantear una praxis basada en la incertidumbre. Así, los teoremas de Gödel, Chaitin o Arrow:
En este campo señalemos el teorema de Arrow que constituye la imposibilidad de asociar un interés colectivo a partir de intereses individuales; como definir una felicidad colectiva a partir de la colección de felicidades individuales. En otras palabras, no hay posibilidad de plantear un algoritmo de optimización en los problemas humanos: la búsqueda de la optimización rebasa toda capacidad de búsqueda disponible; finalmente deja de ser óptima, llegando incluso a ser pésima ésta búsqueda de un "optimum".
También señala la teoría de los juegos de Von Neumann y sus propias ideas reflejadas en la Introducción al pensamiento complejo. Tan sólo echo en falta las referencias a Prigogine y su teoría sobre las estructuras disipativas. Pero claro, en un librito tan pequeño es necesario priorizar. La llamada ecología de la acción la concreta en cuatro principios: el bucle riesgo / precaución; el bucle fines / medios; el bucle acción / contexto, y la impredictibilidad a largo plazo.
Enseñar a comprender
El capítulo sexto está dedicado a Enseñar a comprender. La explicación de la comprensión la organiza en dos grandes apartados: la comprensión intelectual u objetiva que conlleva la inteligibilidad y la explicación; y la comprensión humana que, además, implica un conocimiento sujeto a sujeto. Dice: “Comprender incluye necesariamente un proceso de empatía, de identificación y de proyección. Siempre intersubjetiva, la comprensión demanda apertura, simpatía y generosidad”. Luego plantea los temas del egocentrismo, el etnocentrismo y el sociocentrismo, que conducen a una reducción del conocimiento de lo complejo que entiende es el modo de pensar dominante no sólo en los estudios de física, sino también en ética.
La ética del género humano
Para terminar Morin se refiere en el capítulo séptimo a la ética del género humano. Este saber resume, de alguna manera, todos los anteriores. Plantea los valores del nuevo milenio que concreta en dos grandes finalidades ético-políticas: la democracia como sistema de control mutuo entre sociedad e individuo, y el entendimiento de la Humanidad como planetaria. Como ya he comentado suficientemente esta segunda finalidad voy a terminar este artículo refiriéndome a unos de los problemas capitales (según Morin) a los que se enfrenta la democracia del siglo XXI: el control de la enorme maquinaria que surgió cuando se asociaron ciencia, técnica y burocracia. Ya comenté algo de esto cuando escribí el artículo sobre la sociedad del riesgo de Beck. Pero no está de más plantear miradas sobre este tema desde otros ángulos.
Esta enorme maquinaria (se refiere a la ciencia, la técnica y la burocracia funcionando conjuntamente) no produce sólo conocimiento y elucidación, también produce ignorancia y ceguera. Los avances disciplinarios de las ciencias no han aportado solamente las ventajas de la división del trabajo, también han aportado los inconvenientes de la superespecialización, la diversificación y la parcelación del saber. Este último se ha vuelto cada vez más esotérico (accesible sólo a los especialistas) y anónimo (concentrado en bancos de datos y utilizado por instancias anónimas, empezando por el Estado). … /… En tales condiciones, el ciudadano pierde el derecho al conocimiento; tiene el derecho a adquirir un saber especializado haciendo estudio “ad hoc”, pero carece como ciudadano de un punto de vista global y pertinente.
Para terminar, una cita (de la página 137 del libro) que suelo utilizar frecuentemente cuando tengo que hablar de los problemas de la ciudad tanto a políticos como a técnicos. Cita con la que estoy totalmente de acuerdo y que me parece fundamental para poder entender la especie de desidia democrática por la que está pasando parte de la ciudadanía:
En el fondo, la fosa que se agranda entre una tecnociencia esotérica, hiperespecializada y los ciudadanos, crea una dualidad entre los conocientes –cuyo conocimiento es parcelado, incapaz de contextualizar y globalizar- y los ignorantes, es decir el conjunto de los ciudadanos. …/… Así es como la reducción de lo político a lo técnico y a lo económico, la reducción de lo económico al crecimiento, la perdida de los referentes y horizontes, produce conjuntamente el debilitamiento del civismo, la evasión y la búsqueda de refugio en la vida privada, alteración entre apatía y revoluciones violentas; así, a pesar de que se mantengan las instituciones democráticas, la vida democrática de debilita.
Fuente De Jose fariña Tojo
Catedrático de Urbanística y Ordenación del Territorio en la Universidad Politécnica de Madrid
saberes7
Auroville: La fundacion de una ciudad
La ciudad se fundó siguiendo las ideas de Mirra Alfassa (más conocida como La Madre) compañera del místico hindú Sri Aurobindo. Mirra Alfassa decía: “Debe existir sobre la Tierra un lugar inalienable, un lugar que no pertenezca a ninguna nación, un sitio donde todos los seres de buena voluntad, sinceros en sus aspiraciones, puedan vivir libremente como ciudadanos del mundo”.

Imagen de Wikimedia
Su traza original se debe al arquitecto francés Roger Anger que dijo recoger las enseñanzas de La Madre y diseñó un mandala. Como dice luego Ignacio, la ciudad se inauguró en el año 1968 en presencia del presidente Indio y representantes de 124 países. El que alguien pueda vivir (aunque sólo sea una temporada) en una utopía consagrada por la UNESCO, en el siglo XXI con una crisis mundial de por medio, etc., como está haciendo mi alumno de doctorado, no deja de darme envidia. De forma que lo mejor es que os deje con sus palabras para saber como se ve desde dentro. Todas las imágenes (excepto las referenciadas) son también suyas.

Imagen de Ecocity
"Auroville, Estado de Tamil Nadu, India a 5 de febrero de 2009
Estimado José:
Según ya le comenté en algún correo electrónico, el pasado enero comencé mi segundo viaje de varios meses a la India. Cuando lo único organizado que se tiene en un viaje es un billete de ida y algo parecido a un billete de vuelta entre ambas fechas pueden suceder muchas circunstancias inesperadas. Cualquier intento de planificar algo (y más en un país como éste) se antoja realmente absurdo. Claro uno siempre lleva en mente un proyecto y ya que en mi anterior viaje había visitado el sur de la India quizás ahora sería un buen momento para quedarme por el norte y hacer un largo recorrido por Delhi, Varanasi (antigua Benarés), Agra (Taj Mahal), Daramshala (lugar donde está el Dalai Lama en el exilio), región del Rajastán.....Pero en fin uno al final no es dueño ni siquiera de su viaje y por distintas circunstancias que ahora no vienen al caso en unos pocos días compro un billete de avión desde Delhi (norte) a Bangalore (sur). Dos semanas de aterrizar y de visitar ciudades sagradas del sur (entre ellas Madurai con su increíble templo) recaigo en la ciudad de Pondicherry, sureste, zona del Golfo de Bengala y colonia francesa hasta los años 50 del siglo XX, incluso tiempo después de que los ingleses abandonaran su Joya de la Corona.

Imagen de Auroville International
En Pondicherry aún se conserva la arquitectura francesa de ultramar, al menos en aquellas manzanas más cercanas a ese larguísimo paseo marítimo que llaman La Promenade. Las calles se llaman aún Rue y es fácil encontrar numerosos restaurantes y hoteles de ambiente francés. La época de enero-febrero es de gran asistencia turística debido a lo muy benigno del clima en esta zona tropical. En un par de meses comenzará a hacer acto de presencia un calor terrorífico y luego las temibles lluvias monzónicas (aunque aquí son mas suaves que en el norte). Por ello los lugares de alojamiento de cualquier tipo, precio y categoría están completamente llenos. Entonces se me presentó la oportunidad de acercarme a 7 km a la ciudad de Auroville, desde donde le escribo, a buscar cobijo. Aquí pude encontrar algún sitio donde pasar unos días aunque no sin esfuerzo. Vaya, ya había oído hablar yo de este sitio hacía tiempo, la verdad es que me llamaba la atención y al final resulta que acabo aquí instalado en una de las guest houses de Auroville.
Actualmente Auroville es una comunidad donde residen unas 2000 personas de las cuales aproximadamente un 40% son pobladores tamiles locales y el resto provienen de unas 40 naciones, aunque dominados claramente por franceses y alemanes que suman entre ambos otro 30%. La ciudad fue inaugurada en el año 68 (Papá cuéntame otra vez ese cuento tan bonito...) bajo el auspicio ideológico de Sri Aurobindo un político-filósofo hindú fallecido en el 50 aunque fue desarrollada intelectual y materialmente por una de sus más directas colaboradoras, una francesa llamada Mira Alfassa fallecida en el año 73 a una edad muy avanzada.
La implantación del proyecto ha contado desde sus inicios con un apoyo muy importante por parte del Gobierno de la República India y de la UNESCO que ha apoyado la iniciativa en Asamblea General en cuatro ocasiones. De hecho el día de la inauguración oficial asistieron delegaciones de 124 estados y depositaron tierra de cada uno de sus países en una urna de mármol que todavía conservan por aquí. El espíritu de fondo en la Carta Fundacional es algo así como la “unidad humana” (¿Alianza de Civilizaciones?) y en el centro físico y geométrico de la ciudad se erige una gran estructura quasi-esférica de hormigón recubierta de unas escamas metálicas llamada Matriamandir como directo homenaje a ese ideal de unidad (¿la cúpula de Barceló?). Le envío adjuntas algunas fotos de la esfera así como de viviendas, edificios públicos y algunas del paisaje local.
Si observamos un plano de la ciudad lo primero que percibimos es que es un círculo perfecto, en torno a 2,5 km de radio lo que supone que tenga una superficie de alrededor de 22 km2. En el centro geométrico se encuentra según le he comentado anteriormente el Matriamandir. Luego comprobamos que existe un primer cinturón de 1,5 km de radio que se denomina City Area y posteriormente la segunda zona, concéntrica con la primera, llamada Green Belt (Cinturón Verde) que ocupa el resto de la superficie. La City Area está compuesta de cuatro subzonas a su vez: la zona residencial, zona industrial, zona internacional y zona cultural. En el Green Belt se ubican también varios asentamientos residenciales pero sobre todo zonas de granja, regeneración de bosque, zonas de recreo y otros usos no urbanos. La gran parte de las comunidades residenciales a día de hoy son principalmente viviendas unifamiliares y solo aproximadamente en 10 de las 100 comunidades existentes se dispone de edificios de apartamentos de una mayor densidad.
También en la City Area encontramos todos los edificios públicos además de varios restaurantes, auditorios, centro multimedia, colegios y centros deportivos, salas de exposiciones, algunos pabellones internacionales, centro de salud....Y luego los centros para invitados. Son como pequeños hoteles donde se puede estar el tiempo que se desee por un precio bastante asequible y ofrece de alguna manera la posibilidad de integrarte durante un tiempo en la vida de la ciudad. Aunque realmente la ciudad aún no existe como tal. Incluso cuando llegas parece que “no hay nada”.
Una serie de caminos y pistas de tierra de un color rojo arcilla bastante imponente rodeados de una exhuberancia de vegetación a base de banyanos, palmeras, bambúes y buganvillas salvajes con flores de todos los colores conectan los diferentes lugares. Únicamente existe una carretera perimetral asfaltada. Pero todavía no hay calles, ni avenidas, ni plazas, ni parques en una sucesión continua... El coche privado apenas existe. Tampoco el transporte público reducido a la mínima expresión. La bicicleta o la moto son los medios de desplazamiento casi únicos. Existe la posibilidad de hacerlo a pie, pero quizás es un poco duro en determinadas épocas del año donde el calor dicen que llega a ser abrumador.
La oferta cultural y educativa es bastante amplia. Todos los hijos de los aurovilianos tienen garantizada la educación gratuita hasta la edad universitaria. El sistema educativo se basa en corrientes un tanto “alternativas” como las teorías pedagógicas de la italiana María Montessori. La enseñanza de idiomas es importante. Todas las clases son en inglés y francés. Además se enseña el tamil (idioma oficial del estado de Tamil Nadu donde se ubica Auroville) y el sánscrito (el idioma de toda la literatura antigua de la India). Y a todo ello se une por supuesto todas las técnicas orientales que ahora están tan en vanguardia en Europa como el yoga, taichi, artes marciales y demás.
Es importante también destacar la relación tan importante que desde el inicio se ha tenido con el medio físico y con el paisaje. Hace 40 años este lugar por lo visto sufría un proceso de desertificación y erosión importante debido entre otras causas a la sequía durante la mayor parte del año y a lluvias torrenciales durante la época de los monzones. Con el fin de tratar de frenar el proceso se implantó un programa de repoblación forestal por el único medio de especies autóctonas (Tropical Dry Evergreen Forest) y que a día de hoy llega a decenas de miles de árboles. Para controlar el tema del agua durante las tormentas monzónicas se crearon unas canalizaciones que llamaron cañones y que ayudan no solo a disminuir su efecto dañino sino a poder aprovecharla también durante el resto del año. Por ello se han creado varios embalses y láminas de agua artificiales. La agricultura ecológica, como verá en alguna de las fotos adjuntas, es también un aspecto importante que se está desarrollando.
Existe un sistema de organización social bastante curioso donde los ciudadanos no son propietarios de la tierra que ocupan sus viviendas si no que todo pertenece a la comunidad. No existen partidos políticos ni sindicatos. Diferentes grupos de trabajo y comisiones son los que toman las decisiones a cualquiera de los niveles: Social, educativo, económico, industrial....Es lo que ahora en occidente llamamos participación social. Sin duda fomenta el diálogo y el sentido de pertenencia a un lugar pero parece que a veces las reuniones para llegar a acuerdos son innumerables. Un equipo de expertos ajenos a la ciudad y designados cada cuatro años por el gobierno central indio ejercen de supervisores de todas las decisiones trascendentes que se vayan tomando. Dicho equipo se reúne en Auroville dos veces al año y el secretario del mismo vive y trabaja en la ciudad de manera permanente.
Una prioridad especial, como no podía ser de otra manera, es la preocupación medioambiental. Además del tema de la reforestación, la agricultura ecológica, la utilización y recuperación del agua que antes le había comentado existe un equipo de arquitectos e ingenieros dedicados a la implantación de criterios de eficiencia energética en las viviendas y edificios públicos además de la investigación en materiales. Un ejemplo de ello es que se ha desarrollado una pequeña industria dedicada a lo que llaman Compressed Earth Blocks (Bloques de Tierra Comprimida) que es una mezcla de tierra con un 4% de cemento. La ventaja es que se produce en el lugar donde se va a utilizar y que consume entre 3 y 5 veces menos energía durante su fabricación que un ladrillo convencional. Ya se han construido varios de los edificios públicos y numerosas viviendas con este material que además ha pasado las pruebas y los ensayos de resistencia correspondientes.
Otro dato curioso que le quería comentar respecto al uso de energías alternativas es que existe un edificio llamado la Solar Kitchen (la cocina solar) donde cada día se cocinan más de 1000 comidas para su comedor, los colegios y otro tipo de edificios públicos. La energía se capta a través de un gran concentrador solar (como una gran antena parabólica) de 15 metros de diámetro que existe en la cubierta. Dicen que es el mayor aparato de este tipo que existe en la India.
Podría seguir contando temas que he ido aprendiendo en este lugar pero tampoco es cuestión de prolongarme demasiado (creo que ya lo he hecho). En realidad es complicado dar un nombre preciso a este tipo de asentamiento. Quizás ciudad se todavía demasiado pretencioso. Si bien es cierto que el Plan Director de urbanismo ha previsto una capacidad de 50.000 habitantes en el futuro, lo cierto es que a día de hoy lo que existen son decenas de comunidades de aurovilianos desperdigadas sin una cohesión urbana. Es decir, no existe sensación de ciudad. A mí todo esto me recuerda mucho a las corrientes utópicas del siglo XIX, sobre todo a la Ciudad Jardín de Ebenezer Howard tanto morfológicamente con esa forma circular y ese anillo verde perimetral, el contacto tan directo con la naturaleza y el medio como los sistemas de organización social tan peculiares proponiendo además un número ideal de habitantes. No sé a usted que le parece. Esperemos que Auroville no sea un fracaso como las materializaciones de las ideas de Howard.
Existe aquí un edificio llamado Center for Urban Research (Centro de Investigación Urbana) donde trabaja un equipo de más de 20 profesionales entre arquitectos, urbanistas e ingenieros. He tenido la oportunidad de ver en planos y maquetas la idea que tienen los aurovilianos de su ciudad en el futuro. La línea se decanta el tema por un sistema urbano no tan disperso como el actual. La morfología urbana de los años venideros pasa por avenidas ajardinadas dispuestas en el conjunto de forma radial que llaman Líneas de Fuerza donde la calle ya sí que empieza a tomar forma y donde las viviendas se agrupan en edificios de apartamentos de 3-4 alturas.
El transporte público empezaría a ser una realidad. En mi modesta opinión aún queda mucho camino por recorrer. Sobre todo porque la financiación de todo esto es muy complicada. Aunque se obtienen recursos del Gobierno central de la nación y de organismos internacionales como la UNESCO además de los impuestos que pagan los habitantes no es ni mucho menos lo suficiente. Y principalmente el muy lento, lentísimo crecimiento de la ciudad a nivel de población. El Plan Director aprobado en los 90 preveía una población para el año 2010 de unos 15.000 habitantes y apenas hay 2.000 ya casi llegados a la fecha.
Asentamientos de este tipo no son ni mucho menos las soluciones únicas y definitivas a los desafíos medioambientales que se presentan en el planeta a comienzos de siglo XXI, unidos a una gravísima crisis económica de consecuencias aún imprevisibles. Ante este panorama arquitectos y urbanistas tenemos mucho que decir sobre todo cuando hemos sido como colectivo colaboradores directos del daño a veces irreversible que se ha ejercido hasta ahora al medio físico y al paisaje. Cualquier solución llevada a cabo, como esta de Auroville, de la que podamos sacar conclusiones será y es por supuesto bienvenida. Pero solo un proceso que frene una construcción galopante de edificaciones e infraestructuras que cicatrizan el territorio de manera definitiva y donde se comience a recuperar de una manera eficaz y sostenible los centros urbanos y las periferias de viviendas obreras, donde el mundo rural sea de nuevo lo suficientemente atractivo para que el urbanita moderno empiece a plantearse sistemas de vida alternativos, comenzaremos a ver aunque sea un pequeño atisbo de futuro.
Fuente: http://elblogdefarina.blogspot.com/